jueves, 28 de febrero de 2008

González y Aznar

Algo pasa en España para que un tipo como Felipe González sea exhibido por los socialistas como un político ejemplar, mientras que los del PP esconden o reniegan de Aznar, al menos en esta campaña electoral. Ambos políticos tuvieron aciertos y errores en sus años de gobierno, pero de muy diversa índole. Aznar, tras una primera legislatura muy acertada, se equivocó en su segunda en diversos asuntos: ley de Universidades, reforma laboral fortísima y guerra de Iraq. Son errores propios del ejercicio del gobierno, pero ni se le conocieron escándales de corrupción, ni actuó al margen del Estado de Derecho. Además, tuvo la gran virtud de abandonar voluntariamente el poder. ¡Qué diferencia con González! El pueblo español tuvo que echarlo sin que él fuera capaz de asumir su responsabilidad por el GAL, ni por haber permitido que la corrupción campara a sus anchas.

martes, 26 de febrero de 2008

Me equivoqué: ganó Rajoy por goleada

Vaya que sí. Desde el principio asumió la iniciativa y con tremenda agilidad fue llevando el debate a los temas que quería. A Rajoy se le vio más suelto, con una expresión más serena, mientras que Zapatero transmitía tensión en su rostro y era incapaz de desmontar los argumentos de su adversario. Con la inmigración Rajoy vapuleó, al igual que con el terrorismo y el Estatuto catalán. Estuvo francamente bien. Escuché críticas con relación a su alegato final. Dice Juan Manuel de Prada que estuvo cursi sacando a relucir el ejemplo de la niña. Es posible, pero la niña le sirvió para hablar de protección a la familia, educación y empleo, lo cual llega mucho más a la gente que la dosis de optimismo utópico que destiló Zapatero a través de su rostro desencajado. Prueba evidente de que ha ganado Rajoy, insisto, con claridad, es que a estas horas El País ya se apresura a salir al rescate del grogui orate monclovita diciendo que los primeros datos apuntan a que Zapatero ganó el debate. Ha sido muy claro. Rajoy venció esta pelea de gallos.

lunes, 25 de febrero de 2008

En las horas previas al debate Zapatero-Rajoy

Espero poco del debate de esta noche. Mucha reglamentación, mucho pactarlo todo. En definitiva, preveo poca espontaneidad y mensajes paralelos más que debate. Sin duda, esta noche el gran beneficiado va a ser Zapatero, porque independientemente de lo que suceda sus medios van a darle como vencedor. A pesar de todo, sigo pensando que el PP ganará las elecciones por mayor distancia de la que muchos piensan. ¿Me he vuelto loco? Es posible, pero confío en el buen criterio del pueblo español. Me resisto a creer que los españoles permitan que su gobierno caiga en manos del orate monclovita, de los insensatos de Izquierda Unida (su propaganda electoral con el niño republicano reivindicando la memoria histórica es repugnante), y de los nacionalistas antiespañoles. Además, supongo que el partido de Rosa Díez debe arrebatar al PSOE al menos un 1% de votos, lo cual contribuirá a la derrota electoral del PSOE.

viernes, 22 de febrero de 2008

El debate Solbes-Pizarro

Inmediatamente finalizado el debate entre Solbes y Pizarro se plantea la pregunta de quién ganó. Porque lo que importa aquí es ganar, y ganar es convencer a la opinión pública de que tú lo vas a hacer mejor que tu adversario. Para mí la opinión pública es un arcano indescifrable, así que me limitaré a decirles qué impresión me causaron y qué impresión creo que pudieron causar.

Tengo ciertos conocimientos de Economía y una opinión formada sobre cuáles deben ser los principios que deben presidir la política económica. Estoy más de acuerdo con Pizarro o con Rato que con Solbes. Prefiero fomentar la libertad individual rebajando la presión fiscal para que los ciudadanos tengan más posibilidades a la hora de emprender proyectos empresariales. Estas rebajas no significan necesariamente que disminuya la recaudación, en contra de lo que parece pensar Solbes. Estoy harto de que nos engañen diciendo que las retenciones del IRPF han bajado cuando eso no se ve por ninguna parte. También creo que hay que fomentar la competitividad, fortalecer la familia y, sobre todo, mejorar la educación. Asimismo, es importantísimo tener una política energética que nos proteja de los vaivenes internacionales y permita un desarrollo sostenible (Pizarro, experto en este tema, lanzó el guante y Solbes, pese a que dijo que lo iba a recoger, no lo hizo). Estas tesis, y la comparativa de subida de precios en España y en el resto de Europa, fueron mensajes de Pizarro fácilmente comprensibles y capaces de ser recordados.

Pizarro no me tenía que ganar para su causa porque coincido con sus puntos de vista. Ahora bien, pudo estar más brillante en la elección de la forma de trasladar sus argumentos, en su capacidad expresiva, en su postura y en otros elementos retóricos. Apenas concluyó el debate, en las emisoras empezaban a destacar todos sus fallos. Debatir no es cosa fácil. A mí personalmente me resulta desagradable. Soy una persona que suele meditar mucho las cosas y no me gusta salir rápidamente a combatir una idea. Sólo me gusta pronunciarme cuando he valorado todos los puntos de vista. Me pasa muchas veces que cuando termino una discusión caigo en la cuenta, cuando reflexiono detenidamente, de muchos argumentos que podía haber esgrimido. En definitiva, que no es fácil debatir y no creo que haya que dramatizar porque Pizarro podía haber dicho más cosas o haber sido más contundente. Lo que dijo es cierto y se le entendió.

Solbes estuvo sereno, rápido de reflejos, locuaz y contundente en las formas. Daba la impresión de dominar la situación, pero también, y este fue su principal error, de autocomplacencia. Si lo pienso detenidamente, no soy capaz de recordar ningún mensaje de Solbes, sencillamente porque su mensaje fue continuista, vendió su gestión y su persona. Estaba encantado de haberse conocido y de la situación de la economía española. No propuso nada nuevo. Por eso, tienen razón los que dicen que estuvo a la defensiva. En efecto, en los contenidos estuvo a la defensiva, aunque no fue así en las formas, aunque parezca paradójico. No jugó al ataque, sino que contraatacó, pero sin capacidad para llegar al corazón de la gente. No sé lo que pensará la gente, pero creo que Pizarro llegó y conectó más con el ciudadano corriente por su manera de expresarse y por muchas de las cosas que dijo. Solbes estuvo más distante y ante una situación de crisis su suficiencia pudo resultar irritante.

jueves, 21 de febrero de 2008

La sentencia de los Albertos y la confianza en la justicia

Todavía no se ha publicado en la web del Tribunal Constitucional (www.tribunalconstitucional.es), pero lo que se empieza a conocer de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre los Albertos es preocupante, tanto por la doctrina sobre la prescripción de los delitos en relación con el derecho a la tutela judicial efectiva, como sobre todo por la imagen pública del Tribunal y por añadidura de toda la justicia.

Soy de los que piensa que el pilar de un Estado de Derecho son los jueces, es decir, creo que es más importante contar con buenos jueces que con buenas leyes, aunque obviamente ambas cosas son deseables. Las naciones anglosajonas, constitucionalistas por excelencia, constituyen el mejor ejemplo de la importancia de los jueces como garantes del Derecho. Sin jueces independientes el Derecho no existe y la arbitrariedad campa a sus anchas.

Tengo la sensación de que entre los ciudadanos empieza a calar la creencia de que el Derecho no es susceptible de tratamiento racional. En demasiadas ocasiones da la impresión de que se argumenta en función de lo que interesa al poder político o al poderoso importando poco la mayor o menor solidez del razonamiento. El ciudadano desconfía de la justicia y tiende a ver como única solución la limitación de la capacidad interpretativa de los jueces, es decir, el sometimiento total del juez a la ley. Así pensaban quienes elaboraron los grandes códigos a lo largo del siglo XIX en Europa, principalmente en Francia. Pero, no se equivoquen, ese ideal sí que es absolutamente irracional. Es imposible aplicar las leyes sin una labor mediadora de interpretación que necesariamente exige juicios de valor. Por ello, ante el problema de la arbitrariedad o sencillamente la mala argumentación de los jueces, la solución pasa por fiscalizar al máximo sus decisiones por parte de la opinión pública, y en especial por parte de los juristas y científicos del Derecho. Es posible y necesaria la crítica racional de las sentencias, la investigación jurídica, para, entre otras cosas, desacreditar con la fuerza de la razón a quienes desvirtúan con su ineptitud o su mala fe la confianza de los ciudadanos en el Estado de Derecho.

miércoles, 20 de febrero de 2008

El amor a la verdad

¿Qué daña más a una sociedad la mentira o el insulto? Para mí sin lugar a dudas la mentira. En España, sin embargo, nos rasgamos más las vestiduras ante los insultos o ante determinadas opiniones. Quizá ello se deba a que el insulto muestra su faz con toda claridad. La razonable tolerancia frente a un error cometido de buena fe lleva injustificadamente aparejada la tolerancia frente a la falsedad e incluso frente a la mentira. Suele tratarse la mentira como si fuera una opinión: al igual que hay disparidad de opiniones, puede haber disparidad de versiones sobre unos hechos. De ahí que, por poner un ejemplo sangrante, el Tribunal Constitucional haya considerado que es contrario a la Constitución castigar penalmente una conducta consistente en negar el Holocausto judío, mientras que no lo es su justificación intelectual –dejo al margen matices importantes que están presentes en la STC 235/2007-. Pues bien, yo opino que es mucho más grave pretender hacer creer que el Holocausto judío no se produjo.

La verdad es una exigencia ineludible de la vida humana. El ser humano es un ser que requiere la verdad, por ello la busca hasta el punto de embarcarse en un quehacer filosófico. Hay que combatir la mentira en todos los frentes, también a nivel de la organización institucional del Estado. Parece que ETA está en una situación de máxima debilidad y puede ser derrotada. En caso de que el Estado saliera victorioso, ¿creen ustedes que el combate contra el terrorismo habría concluido? Evidentemente, no. Hay que eliminar su causa y ésta no es tanto una determinada ideología como una mentira. El alimento del terrorismo etarra y del nacionalismo independentista se basa en una gran mentira administrada a través del sistema educativo, cuyos contenidos han sido imprudentemente dejados en manos de las Comunidades Autónomas. Hay que actuar sobre este punto si verdaderamente se quiere luchar contra el terrorismo. Para ello es necesario por encima de todo recuperar el amor a la verdad.

martes, 19 de febrero de 2008

Hoy le toca a Rosa Díez

Ayer Dolors Nadal. Hoy Rosa Díez ha sufrido los denuestos e intentos de agresión de los "estudiantes" de extrema izquierda que han acudido a reventar su conferencia. La batasunización de la Universidad y de la vida pública española por desgracia es una realidad. ¿Por qué atacan a Rosa Díez? Esta gentuza carga contra todo lo que ponga en riesgo la victoria zapateril. El PSOE ha cometido la gravísima irresponsabilidad de criminalizar al PP, que ha dejado de ser visto por estos "estudiantes" como un adversario político para pasar a encarnar el mal absoluto. Si Rosa Díez restando votos de izquierda facilita el triunfo del PP es culpable de que el mal recupere el poder, y merece ser tachada de fascista -la palabra que hoy identifica el mal en el ámbito político-. Así de simple. Los días previos a las elecciones han dejado de constituir un periodo de debate y confrontación de ideas y propuestas para pasar a ser un escenario de lucha sin cuartel, de tensión máxima, en el que sólo importa la victoria final. Esto es lo que sucede cuando se rompen los puentes con la oposición y el gobierno descansa en las alianzas con los extremistas. Siempre ha sido así. No tienen más que leer las lúcidas reflexiones de Julián Marías sobre las causas de la guerra civil española. El daño que ha hecho Zapatero a la democracia española es inmenso, y la importancia de estas elecciones es enorme.

Kosovo y el nacionalismo vasco

Los nacionalistas del País Vasco y Cataluña se han apresurado a interpretar la independencia de Kosovo como una demostración palpable de que es posible que un pueblo ejerza su derecho a la autodeterminación en pleno siglo XXI. El mezquino de Artur Mas, con la prepotencia habitual de los nacionalistas, ha apuntado al miedo que se siente en España ante este acontecimiento. Y digo yo, ¿realmente la independencia de Kosovo favorece los fines de los nacionalistas, especialmente de los vascos?

El nacionalismo vasco se sustenta en dos pilares difícilmente compatibles. Por una parte, se basa en la existencia inmemorial del pueblo vasco, lo cual permite identificar a este nacionalismo como un nacionalismo étnico. Pero, por otra, son constantes las referencias a la necesidad de respetar lo que decida la sociedad vasca, entendiendo que pertenecen a ella todos los que residen en el País Vasco. Esta referencia a la decisión de la sociedad vasca, que pretende otorgar al nacionalismo un marchamo democrático, proviene del temor del nacionalismo a ser identificado únicamente por su componente étnico. Pero la dificultad para compatibilizar ambos puntos de apoyo es evidente. En una ocasión escuche a Arzalluz comentar que si no pudieran votar todos los inmigrantes que llegaron al País Vasco en la segunda mitad del siglo XX la fuerza del nacionalismo sería muchísimo mayor. No obstante, aceptaba su incorporación a la ciudadanía vasca.

Junto a estas observaciones hay que añadir que en el nacionalismo vasco es fundamental el principio de territorialidad. Se sostiene la existencia de territorios vascos, pese a que la población que los habita carezca mayoritariamente de sentimiento de pertenencia al pueblo vasco y/o de afán secesionista. Si se observa la situación de Kosovo desde esta perspectiva, los nacionalistas vascos deberían estar antes alineados con Serbia que con los kosovares. En efecto, Kosovo es un territorio histórico de Serbia, concretamente la cuna de su nación. De ahí que lo reivindiquen. ¿Con qué argumentos podrían reivindicar los nacionalistas vascos, por ejemplo, el País Vasco francés si apoyan el derecho a decidir de los kosovares? ¿Con qué argumentos podrían evitar los nacionalistas vascos una posible secesión de Álava? Kosovo representa la ruptura del principio de territorialidad del nacionalismo, pues los actuales habitantes de Kosovo provienen de Albania. ¿Si la inmigración disolviera la ideología nacionalista en el País Vasco, o la hiciera muy minoritaria, renunciarían los independentistas vascos a sus reivindicaciones? Sirvan estas reflexiones para mostrar la dificultad insuperable del nacionalismo vasco para presentar su nacionalismo como étnico, territorial y democrático. Que no se equivoquen, la independencia de Kosovo, más allá de las evidentes diferencias que presenta con el País Vasco y Cataluña, no favorece los fines del nacionalismo vasco.

lunes, 18 de febrero de 2008

¿Boicot a Dolors Nadal? Llamemos a las cosas por su nombre

Siempre es importante ser riguroso con el lenguaje, especialmente cuando se es periodista y se ofrece una noticia relevante. Dolors Nadal, candidata del PP en estas elecciones, no ha podido participar en el acto que tenía previsto en la Universidad Pompeu Fabra, debido a que corría riesgo de ser agredida por independentistas totalitarios catalanes que impidieron la celebración del acto. Estos hechos son de una tremenda gravedad y no podemos acostumbrarnos a ellos, al igual que no se puede aceptar que María San Gil tenga que escuchar esos escalofriantes gritos de "ojalá te mate ETA" mientras sus escoltas se juegan el tipo para evitar que la agredan. Hay que reaccionar, condenarlos, y poner en práctica las medidas que sean necesarias para borrar del mapa a esta gentuza. Por mal camino vamos si los medios de comunicación que los dan a conocer comienzan metiendo la pata. Es el caso de El Mundo, que en su edición digital titula la noticia así: "Dolors Nadal abandona escoltada la Pompeu Fabra tras el boicot de independentistas". ¡Cómo que boicot! Boicotear es, según la Real Academia, privar a una persona o a una entidad de toda relación social o comercial para perjudicarla y obligarla a ceder en lo que de ella se exige. Boicotear el acto de Nadal hubiera consistido en no acudir e instar a que no se acuda. Los totalitarios de la Pompeu no han boicoteado, más bien han reventado el acto ejerciendo la violencia. Les transcribo parte de la noticia para que ustedes juzguen si se estaba ante un simple boicot, que constituye un ejercicio lícito del derecho a la libre expresión y de la libertad ideológica, o ante algo más:

"La candidata del PPC a las elecciones generales, Dolors Nadal, se ha visto obligada a abandonar, escoltada por agentes de los Mossos d'Esquadra, un aula de la facultad de Derecho de la Universidad Pompeu Fabra después de que un grupo de jóvenes independentistas boicoteara el acto que tenía previsto celebrar.

Nadal, que debía pronunciar una conferencia allí, ha tenido que salir protegida de la facultad por diversos agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra después de que varias decenas de estudiantes se abalanzaran sobre la puerta del aula y consiguieran entrar en ella gritando 'Fora Feixistes de la Universitat' (Fuera fascistas de la Universidad).

Ante la imposibilidad de proteger a la candidata y viendo la actitud agresiva de los jóvenes, que eran unos cincuenta y se amontonaban junto a las puertas del aula, los agentes han optado por sacar de allí a la cabeza de lista del PPC.

Antes de ese momento se han vivido momentos de tensión, con empujones incluidos, entre los agentes y una decena de esos jóvenes, que llevaban carteles con lemas como 'Els Països Catalans no son Espanya' (Los países catalanes no son España) y que pretendían impedir la entrada de Nadal en el aula de la Universidad Pompeu Fabra".

La declaración de independencia de Kosovo

Sólo tienen que leer la resolución 1244 de la ONU, concretamente el punto 8º del Anexo II (no se preocupen, no es muy larga, sólo 8 páginas), para darse cuenta de que la declaración de independencia de Kosovo viola la legalidad internacional. Dicho punto garantiza el gobierno autónomo de Kosovo y la soberanía e integridad territorial de la República de Yugoslavia. En mi opinión, no es de recibo que las potencias europeas y Estados Unidos salgan diciendo que el proceso estaba bloqueado y esta era la única solución posible. ¡Y un cuerno! Nos deben tomar por tontos. El problema del Sáhara puede estar esperando una solución más de treinta años y, en cambio, parece que lo de Kosovo tenía que resolverse ya. Las consecuencias de la actitud adoptada por estos países son imprevisibles. Esperemos que no haya que lamentarlo. Por cierto, ya se ha visto el papel que ha desempeñado la diplomacia española. A día de hoy, gracias a Zapatero, no pintamos nada en las decisiones mundiales de importancia.

viernes, 15 de febrero de 2008

Vetado en El País

Se ve que alguno en El País ha visto que mi blog no es muy pro-gubernamental, y ya no me publican ninguno de los comentarios que hago a las noticias que aparecen en la edición digital del diario zapateril, que servían para nutrir el blog de algunos visitantes ocasionales que, como es evidente, no he logrado fidelizar. Si se observan detenidamente los comentarios que publican es fácil apreciar cómo actúa El País. Hoy, por ejemplo, se ha producido un caso de lo más interesante. Se han dado a conocer los resultados de la encuesta del CIS sobre intención de voto. Como sabrán, según el CIS, PP y PSOE están más cerca que nunca en intención de voto. Naturalmente, aunque no fuera así, los resultados habrían sido estos, dado que al gobierno le interesa cualquier dato que movilice a su electorado. Pues bien, comenté la noticia viniendo a decir que los grandes beneficiados eran los radicales nacionalistas, y que era más que necesario recuperar el consenso entre los grandes partidos para reformar el sistema electoral. Ya saben, mi cantinela de siempre. Naturalmente, no lo publicaron, pues, como les digo, me han vetado. Curiosamente, publicaron comentarios muy favorables al PP, en los que se decía que iban a ganar y que el PSOE todavía perdería más. Estoy convencido de que El País pretendía dar la impresión de que en el PP están crecidos con el fin de movilizar al electorado de izquierdas. Esa es la consigna.

Cassandra´s dream

Reconozco que él no tuvo la culpa. ¿Quién nos mandaba a Pepe y a mí acceder a la propuesta de Óscar, más maduro en aquel tiempo, y cometer la imprudencia de entrar a ver “Hanna y sus hermanas” con 15 años? No, Woody Allen no tuvo la culpa de que tras semejante experiencia de brutal aburrimiento pasara mucho tiempo con escalofríos sólo de pensar en ver alguna de sus películas. Años más tarde accedí, nuevamente con Óscar, a ir a ver “Poderosa Afrodita”, y mi relación con Woody mejoró hasta llegar a tolerarlo. Sin embargo, ha sido hoy, hace apenas una hora, cuando por fin me he rendido al talento del gran judío manhattaniense. Vengo de ver “Cassandra´s dream” en los cines Odeón de Elche.

Yo no sé de cine, es decir, no miro las películas ni valorando la calidad de los planos, ni el sonido, ni los decorados, ni los efectos especiales, ni nada de aquello en lo que reparan los expertos. Me interesa la historia, el guión y la interpretación. Sobre todo aprecio aquellas historias que abordan con profundidad y credibilidad los problemas genuinamente humanos: los morales. Las películas de acción me parece que son algo así como documentales del Nacional Geographic sobre las focas en la Antártida. Se centran puramente en las acciones externas de los hombres sin prestar demasiada atención, sólo lo estrictamente necesario, a los fines últimos que mueven a los seres humanos a actuar. Las películas de acción no pasan de mostrar las causas eficientes de las acciones. Por ejemplo, si alguien comete un robo, la película de acción nos suele dejar ver que ello se produce porque quiere ganar dinero, y ahí concluye el asunto. Comprendemos el móvil, la causa eficiente de la acción, al igual que comprendemos en el documental por qué las focas emiten diversos sonidos. El tratamiento profundo del problema de la avaricia, la avaricia como tal, no es objeto de la película. No se profundiza en la cuestión de los fines, en el problema moral, que es lo genuinamente humano.

“Cassandra´s dream” narra una historia en la que vemos cómo la debilidad humana movida por la ambición conduce a perder dinero en el póker y, por tanto, a ver cómo cambia la vida cuando uno se ve envuelto en deudas de juego. Sin buscarlo, las circunstancias de la vida te presentan una solución en la que ni por asomo habían pensado los protagonistas: el crimen. Pero cuando éste se comete sin ser un criminal, aparece el genuino problema de la culpa, del arrepentimiento y de la expiación. Allen aborda en esta película un gran tema. El autoengaño ante el aparente callejón sin salida es fruto de errores en la inteligencia y en la voluntad, el núcleo del problema moral. En fin, queridos lectores (¿están ahí?), no les cuento más. Vayan a verla. Se la recomiendo.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Zapatero a Gabilondo: "Nos conviene que haya tensión"

Acabo de escuchar en la radio unas palabras que Zapatero le dijo a Gabilondo al acabar los juegos florales, que no entrevista, en televisión. Por lo visto, se las han pillado en un descuido. Le dice literalmente que "nos conviene que haya tensión". Hombre, para mí no es ninguna sorpresa. Es evidente que el principal objetivo del PSOE es evitar la abstención, movilizar a su electorado. Ahora bien, es lamentable que este hombre vaya acusando al PP de generar crispación y gresca cuando es él precisamente el que la busca deliberadamente. Ahí está su verdadera faz para quien quiera verla. Tenemos un Presidente que no duda en preferir que haya tensión si ello redunda en sus intereses partidistas. Eso es jugar con fuego. No en vano se merece que le llame el orate monclovita.

martes, 12 de febrero de 2008

El New Flame

No salgo de mi asombro con este asunto. Resulta que el barco en cuestión lleva unos seis meses encallado en aguas gibraltareñas con riesgo de que se produzca un vertido, ignoro de qué magnitud. ¡Seis meses! Ciertamente, Gibraltar y por ende el gobierno británico deben actuar con toda la diligencia que sea necesaria para evitar una catástrofe ecológica. Pero eso no justifica que nuestro gobierno y, especialmente, el gobierno andaluz no se hayan movilizado y movilizado a su vez a la opinión pública para acabar con esta situación lo antes posible, máxime sabiendo que tras la catástrofe del Prestige la amenaza de nuestras costas por contaminación genera una notable alarma social. Pues bien, El País nos sale con que el PP trata de convertir el New Flame en otro Prestige. En lugar de adoptar la perspectiva propia del ciudadano razonablemente preocupado por un problema tan grave, nos encontramos con que nuevamente prima el tratamiento del suceso en clave partidista. Es verdaderamente de vergüenza la falta de imparcialidad de este medio que llega a extremos intolerables, tal como sucede en este caso. Por cierto, ¿y la movilización social? ¿Veremos a los del "Nunca Mais" y a los titiriteros -¡qué feliz expresión!- ricos?

lunes, 11 de febrero de 2008

¡Que se besen!, ¡que se besen! ("entrevista" de Gabilondo a Zetapé)

¡Qué fuerte la entrevista, por llamarla así, de Gabilondo a Zetapé! ¡Mare de Deu! Claro está que Gabilondo tiene unas ideas conocidas por todos, pero si no sabe ser un profesional capaz de formular preguntas más incisivas que lo deje. Ha hecho un ridículo espantoso. El tono de Zapatero era melífluo, dulzón, parsimonioso hasta dar el tostón. Reiteraba los supuestos logros de su gobierno ante la incapacidad del entrevistador para dar a aquello algo de ritmo. En fin, está claro que Zetapé quiere responder a la ingeniosa campaña que está protagonizando Rajoy destacando los logros de su gobierno y esta noche Cuatro, merced a Gabilondo, se ha convertido en un plató para lanzar los mensajes publicitarios del partido. Insisto, lo de hoy no merece calificarse de entrevista. Por supuesto, mejor no entrar en el fondo. ¿Fondo? ¿Contenido? ¿Sustancia? Esto es incompatible con este animal de poder, como lo calificó hace poco Sánchez Dragó, que desde los veintipocos años vive instalado en el cargo público sin tener oficio ni beneficio.

"Defender la alegría"

Supongo que habrán visto el video de los artistas de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (la polémica P.A.Z. –tiene toda la razón Rosa Díez al criticar que “vulgaricen” la palabra paz-) cantando la canción “Defender la alegría”. La canción es mediocre y, en mi opinión, suena de pena. Pero vayamos a lo importante. Quizá piensen que simplemente se está ante una manifestación pública de apoyo a Zapatero. Sin embargo, detrás de ese “defender la alegría” creo que se esconde una calculada estrategia para presentar a Zapatero como el candidato optimista, calificativo que él mismo se atribuyó en su día, al aludir a su optimismo antropológico.

Este verano leí el mediocre ensayo “La fuerza del optimismo”, de Luis Rojas Marcos. Aparte de sostener que es mejor ser optimista que pesimista, poco más aporta a los lectores –no a su autor, que habrá ingresado unas buenas perrillas con el bodrio- la obra de Rojas. En el capítulo 8, titulado “Optimismo en acción”, se ocupa del optimismo en la política. Alude Rojas a un estudio de Harold Zullow y su equipo de psicólogos de la Universidad de Pennsilvania en el que, entre otras cosas, se demuestra que los electores prefieren mayoritariamente a los candidatos optimistas. Eso sí, el estudio se circunscribe a los Estados Unidos. Asumiendo las tesis de Zullow, Rojas afirma que “cuanto más optimistas sean los candidatos más esperanza de victoria generan en los votantes. Las explicaciones positivas tienden a transmitir sentimientos de esperanza y seguridad ante las crisis y los retos sobre los que tienen que pronunciarse los electores. Por tanto, es razonable pensar que si los votantes quieren un líder que les permita creer que resolverá los problemas del país, tenderán a favorecer al candidato optimista” (Luis Rojas Marcos, La fuerza del optimismo, Barcelona, Santillana, 2005, pág. 192). Pensará alguno de ustedes que semejante afirmación exigiría un análisis más profundo y meditado, pero el insigne psiquiatra no profundiza en el asunto. Se conforma con aportar un estudio que demuestra que los candidatos optimistas suelen ganar y, por tanto, se colige que el optimismo es mejor que el pesimismo. Pero no se vayan todavía, que aún hay más, como diría Superratón. Parece que Zapatero se ha leído el libro porque su actitud ante la crisis económica sigue el manual del perfecto optimista. Si no, fíjense en este texto de Rojas Marcos: “Las declaraciones de estos aspirantes optimistas también se distinguían porque en ellas no asumían responsabilidad personal por los fracasos de sus políticas, sino que los achacaban a circunstancias incontrolables, a fuerzas destructivas ajenas o a enemigos malévolos, como el célebre eje del mal del presidente George W.Bush” (pág. 193). Y así se suceden ejemplos de optimismo y buenos resultados electorales, incluso en la imagen física, pues “en cuanto a los protagonistas de las elecciones estadounidenses de noviembre de 2004, casi todos los expertos coincidieron en que el presidente George W. Bush presentó una imagen más optimista que el senador demócrata John Kerry, a quien algunos cronistas llamaron el caballero de la triste figura” (págs. 194-195).

Ciertamente, parece que en Estados Unidos los candidatos se esfuerzan por parecer simpáticos, por lucir su mejor sonrisa y ser capaces de reírse hasta de su propia sombra. ¿No se dan cuenta de que Zapatero apuesta por esta línea? En la campaña “Con Z de Zapatero” nuestro insigne Presidente sale en el video descojonándose de su pronunciación. Las alusiones a su famosa sonrisa son de sobra conocidas. Ahora, “Defender la alegría”. Estamos, pues, ante una estrategia de marketing electoral claramente calculada. Hay que huir del catastrofismo, del oscurantismo, de las interpretaciones negativas. Todo irá bien. Se supone que eso genera confianza en el elector, como dice Rojas Marcos. Sin embargo, como en tantas otras cosas, España no es Estados Unidos. Zapatero olvida la mala leche hispana, ese zarpazo que a veces suelta el pueblo español a quien se le ríe en la cara. Zapatero haría bien en no olvidar que cuando la gente tiene problemas económicos y no llega a fin de mes no está para bromas. Ni siquiera cuando se las gastan sus artistas favoritos haciendo el gestito con el dedo. Se está exponiendo a que le metan el dedito por salva sea la parte.

sábado, 9 de febrero de 2008

El aborto

Recuerdo que hace muchos años, probablemente casi veinte, escuché a José María Cano, del grupo Mecano, uno de los más importantes del país por aquel entonces, hablar en televisión sobre el aborto. No se enfrascó en una perorata teórica sobre la cuestión cuando surgió el tema. Inclinó la cabeza con gesto meditativo y se expresó en un tono tan sincero que me impresionó profundamente. Dijo Cano pausada y reflexivamente que el aborto es una bestialidad, un crimen que en una determinada situación él podría cometer. Me llamó la atención porque no edulcoró la terrible acción con el lenguaje, ni buscó parapetarse en justificaciones. Reconoció que llegado el caso él podría ser débil y llegar a envilecerse hasta el punto de convertirse en un criminal. Pero al menos se sabía culpable.
La actitud de Cano es muy distinta a la de esas mujeres del “nosotras parimos, nosotras decidimos”. No tienen reparos en ignorar su crimen y sepultarlo bajo sus supuestos derechos. Habrá que decirles que no existe tal derecho. Lo único que hace el Código Penal es despenalizar el aborto en tres supuestos. No es lo mismo una conducta despenalizada que una conducta amparada por un derecho. En nuestros días la confusión es máxima en este punto, y se debe a que toda conducta permitida se identifica inmediatamente con tener un derecho. Una conducta despenalizada implica que la acción en cuestión se considera mala, pero no obstante hay razones que aconsejan tolerarla. Eso es lo que sucede con el aborto o con otras leyes tolerantes, que así habría que denominarlas. Tener un derecho implica tener atribuido algo cuyo ejercicio o protección (depende de sus características) es considerado un bien, ya sea para su titular y/o para el conjunto de la colectividad.
El aborto es, como decía José María Cano, una bestialidad, y en una sociedad demográficamente moribunda como la española urge acabar con él. Hace pocos días, el candidato republicano Mitt Romney, se refirió a la decadencia europea señalando que se debe a su alejamiento de Dios, lo cual se ha visto reflejado en una cultura de la muerte que le ha hecho perder la necesaria fuerza demográfica que requiere toda sociedad que mira al futuro con optimismo y generosidad pensando en las futuras generaciones. Lamentablemente, Romney tiene razón.

viernes, 8 de febrero de 2008

El hombre en busca de sentido

Tenía muy buenas referencias de Viktor Frankl, uno de los psiquiatras más importantes del siglo XX. Su nombre aparece citado con frecuencia por Rafael Navarrete, que, como les dije en otro post, es el autor de uno de los libros que más me han marcado, “El aprendizaje de la serenidad”. Así que cuando encontré en la Librería San Jorge “El hombre en busca de sentido”, quizá el libro más vendido de Frankl, me dije que ya era hora de leerlo. En el mismo paquete entró “Fe, verdad y tolerancia”, de Joseph Ratzinger, que todavía no he comenzado a leer.

Sin duda “El hombre en busca de sentido” es un libro excepcional escrito por un hombre extraordinario. Me ha impresionado muchísimo y ya ocupa un puesto de privilegio en mi biblioteca. Frankl (1905-1997) era judío y sobrevivió a varios campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial, entre ellos Auschwitz. Ya era psiquiatra cuando ingresó en el campo, y como tal la experiencia de aquel intensísimo sufrimiento fue una lección dura, pero tremendamente fértil si tenemos en cuenta el legado de Frankl. En su libro examina psicológicamente la vida en un campo de concentración. No en vano el primer título del libro fue “Un psicólogo en un campo de concentración”. De ahí extrajo importantes enseñanzas para fundar su propia escuela, la logoterapia: una psicoterapia que presta atención al hombre concreto, a sus creencias y peculiaridades sin pretender clasificarle, y trata de ayudarle a comprender el sentido de su vida porque el hombre es primariamente, según Frankl, un ser que necesita imperiosamente dar sentido a su vida. De ahí el nombre de “logoterapia”, pues utiliza la acepción de razón, de sentido, inmersa en el término “logos”. Ese sentido, aunque parezca mentira, puede hallarse no sólo en un determinado proyecto vital tendente a alcanzar una meta, sino también en el sufrimiento. Sí, sufrir puede ser nuestro destino y nuestra vida puede alcanzar la plenitud incluso envuelta en el mayor sufrimiento. Desde luego, semejante tesis sólo puede merecer respeto y atención cuando proviene de alguien que experimentó los mayores sufrimientos y estuvo en muchas ocasiones a punto de morir. Léanlo. Se lo recomiendo.

Rajoy ante Gabilondo

Estuvo bien Rajoy ante Gabilondo. Yo le pondría un notable alto. Expuso con claridad sus críticas al gobierno y justificó de manera convincente su labor de oposición. Difícil no coincidir con sus apreciaciones, aunque comprendo que para los fieles telespectadores de Gabilondo (yo soy uno de ellos, porque me gusta escuchar a aquel con quien discrepo, aunque a veces me indigne), acostumbrados a sus tendenciosas manipulaciones, el Sr. Rajoy les resultaría una sorpresa dada la tolerancia y moderación de la que hizo gala, en claro constraste con el taimado talante de su entrevistador.

Y es que no cabe duda de que el PP tiene una extraordinario arsenal argumental para esgrimir contra este gobierno irresponsable, cuando no felón, e incapaz. Sus grandes proyectos de legislatura han sido un estrepitoso fracaso: el Estatuto catalán y la negociación con ETA. Ahora, además, como estaba cantado, nos encontramos de lleno con que se avecina una grave crisis económica en la que apenas acabamos de entrar. El PSOE trata de lucir sus logros sociales como la ley para la igualdad de género o la ley de dependencia. Esta última me parece una buena ley, pero la ley para la igualdad es tremendamente discutible en cuanto a su principio inspirador y, todavía más, en muchas de sus aplicaciones como, por ejemplo, la paridad en las listas electorales. La paridad es una parida en este terreno y en otros muchos.

Cuando Zapatero rompió con CiU, al no permitir que este partido gobernara en Cataluña, imaginé que estaba claro que adelantaría las elecciones a octubre para evitar toparse con la crisis económica. Ha querido acabar la legislatura y su soberbia le va a perder. Hace poco no pensaba que realizaría el siguiente pronóstico, pero lo voy a hacer. El PP va a ganar las elecciones. Ojo, eso no significa que me entusiasme Rajoy ni muchos de los miembros de su equipo. Y sigo sin tener claro si les voy a votar. Lo que sí que tengo claro es que cualquier cosa antes que el orate monclovita.

martes, 5 de febrero de 2008

Por tierras de Aragón

Regresaba del Monasterio de Piedra (Nuévalos, provincia de Zaragoza) cuando a los pocos kilómetros una indicación trastocó mi plan inicial. Calamocha, 65. Mi idea era regresar a Elche siguiendo la misma ruta que en el viaje de ida, es decir, volver a Calatayud, donde había pernoctado, y de ahí seguir por carretera nacional, parando en Daroca para tomar un cafetito, hasta enlazar con la autovía Mudéjar en Calamocha. Sin embargo, esa indicación prometía una vía directa y más corta a Calamocha, eso sí, por carretera comarcal. No había prisa y sí ganas de aventura, así que tras meditarlo di media vuelta y puse rumbo a Calamocha. La carretera era toda para mí, hasta el punto de que casi te nacía saludar a los escasos vehículos que se te aparecían en la ruta fantasma. Así comenzó la estremecedora experiencia de atravesar los pueblos fantasma del campo de Calatayud y de la provincia de Teruel. El caserío y las monumentales iglesias, muchas de ellas del siglo XVI, acredita que esos pueblos tuvieron gente, vida, poderío. Sin embargo, hoy yacen exangües y yertos. Sólo algún vehículo estacionado en sus calles denotaba un hilillo de vida humana itinerante. Quizá alberguen vida humana durante los fines de semana y en vacaciones, pero esos habitantes itinerantes pasan por estos pueblos como quienes acuden al cementerio a pasear y a honrar a los difuntos. Monterde, ¡qué espectáculo! Parte de su caserío, huérfano de sus moradores de antaño, ocupa la ladera de una montaña. Las casas han adquirido la tonalidad de la montaña y dan la impresión de haberse convertido en un elemento más de la naturaleza. Abanto, Bello, y otros pueblos más reflejan la imagen más dura de la despoblación que han sufrido algunas zonas de Aragón. Así llegué a Calamocha, que todavía sobrevive, y tomé la Autovía Mudéjar. Mientras conducía por la autovía pensaba que ella ha sido para muchos pueblos de Aragón lo que el Carpacia para los náufragos del Titanic que braceaban desesperados en las negras y frías aguas del Atlántico.