No salgo de mi asombro con este asunto. Resulta que el barco en cuestión lleva unos seis meses encallado en aguas gibraltareñas con riesgo de que se produzca un vertido, ignoro de qué magnitud. ¡Seis meses! Ciertamente, Gibraltar y por ende el gobierno británico deben actuar con toda la diligencia que sea necesaria para evitar una catástrofe ecológica. Pero eso no justifica que nuestro gobierno y, especialmente, el gobierno andaluz no se hayan movilizado y movilizado a su vez a la opinión pública para acabar con esta situación lo antes posible, máxime sabiendo que tras la catástrofe del Prestige la amenaza de nuestras costas por contaminación genera una notable alarma social. Pues bien, El País nos sale con que el PP trata de convertir el New Flame en otro Prestige. En lugar de adoptar la perspectiva propia del ciudadano razonablemente preocupado por un problema tan grave, nos encontramos con que nuevamente prima el tratamiento del suceso en clave partidista. Es verdaderamente de vergüenza la falta de imparcialidad de este medio que llega a extremos intolerables, tal como sucede en este caso. Por cierto, ¿y la movilización social? ¿Veremos a los del "Nunca Mais" y a los titiriteros -¡qué feliz expresión!- ricos?
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