martes, 19 de febrero de 2008

Kosovo y el nacionalismo vasco

Los nacionalistas del País Vasco y Cataluña se han apresurado a interpretar la independencia de Kosovo como una demostración palpable de que es posible que un pueblo ejerza su derecho a la autodeterminación en pleno siglo XXI. El mezquino de Artur Mas, con la prepotencia habitual de los nacionalistas, ha apuntado al miedo que se siente en España ante este acontecimiento. Y digo yo, ¿realmente la independencia de Kosovo favorece los fines de los nacionalistas, especialmente de los vascos?

El nacionalismo vasco se sustenta en dos pilares difícilmente compatibles. Por una parte, se basa en la existencia inmemorial del pueblo vasco, lo cual permite identificar a este nacionalismo como un nacionalismo étnico. Pero, por otra, son constantes las referencias a la necesidad de respetar lo que decida la sociedad vasca, entendiendo que pertenecen a ella todos los que residen en el País Vasco. Esta referencia a la decisión de la sociedad vasca, que pretende otorgar al nacionalismo un marchamo democrático, proviene del temor del nacionalismo a ser identificado únicamente por su componente étnico. Pero la dificultad para compatibilizar ambos puntos de apoyo es evidente. En una ocasión escuche a Arzalluz comentar que si no pudieran votar todos los inmigrantes que llegaron al País Vasco en la segunda mitad del siglo XX la fuerza del nacionalismo sería muchísimo mayor. No obstante, aceptaba su incorporación a la ciudadanía vasca.

Junto a estas observaciones hay que añadir que en el nacionalismo vasco es fundamental el principio de territorialidad. Se sostiene la existencia de territorios vascos, pese a que la población que los habita carezca mayoritariamente de sentimiento de pertenencia al pueblo vasco y/o de afán secesionista. Si se observa la situación de Kosovo desde esta perspectiva, los nacionalistas vascos deberían estar antes alineados con Serbia que con los kosovares. En efecto, Kosovo es un territorio histórico de Serbia, concretamente la cuna de su nación. De ahí que lo reivindiquen. ¿Con qué argumentos podrían reivindicar los nacionalistas vascos, por ejemplo, el País Vasco francés si apoyan el derecho a decidir de los kosovares? ¿Con qué argumentos podrían evitar los nacionalistas vascos una posible secesión de Álava? Kosovo representa la ruptura del principio de territorialidad del nacionalismo, pues los actuales habitantes de Kosovo provienen de Albania. ¿Si la inmigración disolviera la ideología nacionalista en el País Vasco, o la hiciera muy minoritaria, renunciarían los independentistas vascos a sus reivindicaciones? Sirvan estas reflexiones para mostrar la dificultad insuperable del nacionalismo vasco para presentar su nacionalismo como étnico, territorial y democrático. Que no se equivoquen, la independencia de Kosovo, más allá de las evidentes diferencias que presenta con el País Vasco y Cataluña, no favorece los fines del nacionalismo vasco.

1 comentario:

Chuzz dijo...

En este caso (como en casi todos) el nazi-onalismo vasco entra al bulto...

Kosovo nunca ha tenido identidad propia.