lunes, 21 de septiembre de 2009

El Plan E

El 28 de noviembre de 2008 escribí una entrada criticando la filosofía del Plan E. A día de hoy los ciudadanos ya sabemos en qué tipo de cosas se ha gastado nuestro dinero: campos de fútbol de césped artificial, arreglo de aceras, nuevas rotondas, reparación de goteras, etc. En definitiva, obras más o menos útiles, pero fundamentalmente gasto improductivo, habida cuenta de que no se sientan las bases para una actividad económica que responda a una demanda del mercado.

El Ayuntamiento de Elche (gobernado por los socialistas) ha editado un folleto titulado “Elx eres tú” que contiene una relación de las obras realizadas en Elche con el Plan E. Por si no fuera suficiente escarnio presumir de gastar dinero en pintar colegios o en plantar palmeritas con el nombre de ilicitanos recién nacidos, todavía tienen la poca vergüenza de enumerar los “empleos” que cada obra ha supuesto. Por ejemplo, se puede leer que la colocación de césped artificial en 7 campos de fútbol ha supuesto un coste de 4 millones de euros que ha servido para crear 142 nuevos empleos.

Es verdaderamente alucinante el concepto de lo que significa un “empleo” que tienen Zetapé y sus amiguetes. Así que gastarse 4 kilos en poner césped artificial crea empleo. ¡Vaya tela marinera! Nada menos que se está confundiendo la utilización de mano de obra de forma coyuntural –ya me dirán ustedes qué van a hacer los trabajadores en cuestión una vez colocado el césped- con la creación de puestos de trabajos. Los poderes públicos pueden gastar, pero el verdadero empleo, es decir, la generación de puestos de trabajo para el desarrollo de una actividad económica, es consecuencia de la iniciativa privada, que es la que detecta las oportunidades de negocio que, si dejamos al margen la especulación, suelen caracterizarse por una cierta estabilidad. Es cierto que el Estado puede generar empleo cuando realiza grandes obras de infraestructura (autovías, centrales nucleares, ferrocarriles, etc.), pero eso no es precisamente lo que se está haciendo con el Plan E. Sin embargo, como toman a los ciudadanos por tontos, no dudan en presentar algunas de sus obritas como inversión en infraestructuras. En algunos casos el timo resulta incluso patético: en el folleto que les comentaba, el Ayuntamiento de Elche tiene la desfachatez de calificar la plantación de palmeras para los niños de Elche como “creación de infraestructuras”. Sin comentarios.

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