Me parece vergonzosa y altamente sospechosa la frase que ayer pronunción Antonio Camacho, Secretario de Estado de Seguridad, para referirse al atentado de ETA. Nada menos que el fulano sale con que ETA trató de comprometer una vida, en lugar de llamar a las cosas por su nombre y decir que intentó matar, asesinar o, si le sale la vena castiza, que iba a cargarse a alguien. No parece casual que este hombre haga estos ejercicios de equilibrismo lingüístico sin motivo. En su día conocimos que ZP había pactado con ETA no referirse a los atentados como atentados, y salió con lo de "trágicos accidentes mortales". Sólo por esa declaración merecería que los españoles le mandáramos a aprender una profesión con la que ganarse la vida. ¿Dónde estamos, pues? O, lo que es lo mismo, ¿dónde está el PSOE? Porque, aunque combata a ETA policialmente, hay cosas que no se entienden. ¿Por qué razón no insta de una vez la ilegalización de ANV y el PCTV? ¿Por qué no reconstruye el Pacto Antiterrorista, hoy más necesario que nunca ante el desafío de Ibarretxe? Ahí está el consenso que necesitamos para derrotar a ETA. Mientras siga ZP sin dar esos pasos y los españoles sigamos escuchando declaraciones como las del Camacho este, será imposible tener la certeza de que ZP pretende derrotar a ETA.
miércoles, 10 de octubre de 2007
martes, 9 de octubre de 2007
¿Ha bebido Camps?
En su discurso institucional del 9 de octubre, Camps ha destacado el empeño personal y la determinación del rey Juan Carlos para contribuir al mejor momento en todos los órdenes de la historia de España y de la Comunitat Valenciana. Parece mentira que diga semejante memez. ¿El mejor momento de la historia de España? Si lo dice y se lo cree desde luego el PP nos toma por tontos, pues su discurso es radicalmente opuesto al de Rajoy, tanto que se quejan de que los socialistas dicen una cosa aquí y otra allá. La crisis que está viviendo España en estos momentos es gravísima, y eso no lo pueden ocultar ni los datos económicos -pese a la crisis que se avecina- ni la proyección internacional de España o, más concretamente, de la Comunidad Valenciana. El desarrollo económico, social y cultural estaría muy bien siempre que se asentara en la cohesión nacional y en un entramado institucional sólido, capaz de responder a los desafíos que se pudieran plantear. Lamentablemente, hemos constatado que la nación no está bien cohesionada, en buena medida debido a que el modelo del 78 está fracasando por no contar con mecanismos para protegerse adecuadamente de la deslealtad del nacionalismo. Prueba evidente de que el marco institucional está fallando es el protagonismo que está asumiendo el Tribunal Constitucional. Todo acaba en él. A Ibarretxe lo parará el gobierno, tras recurrir a este órgano. Lo mismo sucede con el Estatuto de Cataluña, recurrido por el PP y por varias comunidades autónomas. Cuando el máximo y último garante de la Constitución protagoniza la vida política es que el modelo está en crisis porque las diversas instituciones fuerzan al límite su actuación en un afán por superar el marco constitucional. Si añadimos que el Tribunal Constitucional está completamente dividido el horizonte se ennegrece aún más. Y Camps, dejando claro que es un político de diseño, suelta que España está en el mejor momento de su historia, y ¡en todos los órdenes! Menuda idiotez.
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Actualidad política
lunes, 8 de octubre de 2007
Ante todo, pisar moqueta
Hay que ver las vueltas que da la política. Quien ayer parecía centrista y moderado hoy es tildado de extremista, y quien se contaba entre los comunistas aparece como el portavoz moderado del gobierno. Es el caso de Zaplana y López Garrido, los portavoces de PP y PSOE en el Congreso de los Diputados, respectivamente. Zaplana, al contrario que Gallardón, llegó al PP desde la UCD, y se había labrado una imagen de político dialogante y abierto al pacto. No en vano Aznar le hizo dejar la Comunidad Valenciana para deshacer el lío que había montado con la reforma laboral. En un pis pas Zaplana solucionó el problema y se marcó una foto con los sindicatos, al tiempo que se postulaba como sucesor de Aznar. Sin embargo, su puesto de portavoz de un gobierno cada vez más impopular, los continuos intentos de involucrarlo en escándalos de corrupción -pese a haber salido indemne-, sus peleas con Camps, y los rumores de mujeriego y frívolo que le han acompañado están deteriorando gravemente su imagen. Por otra parte, ahí tenemos a Diego López Garrido que de lugarteniente de Anguita en la marginal Izquierda Unida ha pasado a representar la imagen del gobierno. Desconozco la popularidad de este sujeto por el que, lo reconozco, no siento la menor simpatía, pero que ha alcanzado un puesto de tremendo peso político trasladando las valoraciones del gobierno sobre la constitucionalidad del plan Ibarretxe y sobre otros temas. Bien está que se evolucione ideológicamente, pero me da la impresión de que en muchos de estos profesionales de la política lo que importa es, sobre todo, pisar moqueta.
domingo, 7 de octubre de 2007
Mañana de domingo en Elche
El cielo, azul. El aire, limpio. La luz, cegadora. En el centro, una fontana de varios surtidores provoca el murmullo del agua. Está tapizada de cerámica de vivos colores, como si de un palacio moro se tratara. Detrás de ella, sentados en sillitas bajas de madera, los ancianos escuchan a la banda tocar. Se les ve de espalda, con sus camisas de manga corta, pantalones de colores claros y zapatillas veraniegas más que zapatos. Están sentados alrededor del templete en el que la banda interpreta una conocida melodía. Las notas inundan el aire de alma valenciana. Las altísimas palmeras se funden con el resto de la vegetación y cobijan la estampa. El sol brilla este domingo de octubre en el ilicitano hort del chocolater. Algunos niños juegan alrededor de la fuente. Las blancas palomas tiñen de blanco el paisaje y los paseantes caminan despacio, mientras escuchan la melodía. El día discurre lentamente hacia el mediodía.
sábado, 6 de octubre de 2007
Excelente concierto de María del Mar Bonet
Ayer asistí al concierto de María del Mar Bonet en el Gran Teatro de Elche. Presentaba la gran cantante mallorquina su último disco, "Terra secreta", y salimos verdaderamente entusiasmados. Sabía que era una muy buena cantante, y por eso le dije a mi mujer que debíamos ir. Además, el económico precio de las entradas -10 euros la más cara y 5 la más barata- permitía que el público llegara de buen humor y con excelente predisposición. Dentro de unos días Les Luthiers ofrecerá en Elche otro concierto y las entradas oscilan entre los 45 y 60 euros. Con esos precios, mucho tendrían que hacer para sacarme una carcajada. Por descontado, no pienso asistir a semejante atraco. Pero hablemos de lo de ayer porque merece la pena. Siempre he preferido este tipo de conciertos en un teatro, con buenos músicos y un sonido que no destroce el timpano, a los conciertos de masas donde la música se escucha en diez kilómetros a la redonda y la voz del cantante no suena clara. María del Mar Bonet iba acompañada de cinco excelentes músicos que tocaban el piano, la guitarra, dos violoncelos de diferente tamaño y una batería. El pianista también tocó el acordeón -emocionante esa canción- y los teclados. María del Mar vestía un elegante vestido negro largo que le ceñía la cintura y se abría hasta llegar al suelo. No se lo cambió durante el concierto, ni falta que le hacía. Su voz, maravillosa. Clara, sonora, íntima y capaz de transmitir sentimientos sin necesidad de aspavientos en el escenario. Su repertorio, dentro de la línea intimista, bastante variado en su origen geográfico y en sus ritmos. Si no me equivoco, ayer, entre otras cosas, sonó samba, rock y hasta una jota final. Espectacular. Los bises muy sobrios y el público, que alcanzó los tres cuartos del teatro, respetuoso y más aseado de lo que imaginaba. En definitiva, excelente concierto para comenzar la temporada. Rápidamente me voy a hacer con "Terra secreta", una auténtica maravilla.
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Sociedad
viernes, 5 de octubre de 2007
Vergonzoso artículo de El País
El próximo 28 de octubre 498 mártires de la Guerra Civil española serán beatificados en el Vaticano. Pues bien, el diario El País da la noticia haciendo todo un alarde de sectarismo. Simplemente hay que leer el comienzo del cuerpo de la noticia para darse cuenta del enfoque: "Los obispos han decidido medir en el corazón del Vaticano la fuerza del catolicismo español con la presentación, rodeados de multitudes, de su particular memoria histórica de la Guerra Civil". Plantean que la beatificación es nada menos que una demostración de fuerza del catolicismo español. Ningún dato aporta el diario para justificar su peculiar interpretación de la ceremonia; pero lo más escandaloso es esa referencia a "su particular memoria histórica de la Guerra Civil". Fíjense que utiliza la expresión "memoria histórica", esgrimida por el PSOE y sus socios, para dar la impresión de que la beatificación, más que un reconocimiento de la fortaleza en la fe de muchas personas ante la amenaza cierta de perder la vida, reivindica una interpretación de la Guerra Civil controvertida. Repugnante. Si nos parece incalificable que Almadineyad cuestione el Holocausto judío perpetrado por los nazis, en este artículo se cuestiona implícitamente el asesinato de miles de religiosos y civiles -algo que ningún historiador serio ha puesto jamás en entredicho- por el simple hecho de ser cristianos. Se han lucido.
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Sociedad
miércoles, 3 de octubre de 2007
El juicio sobre la contaminación del Segura
Está celebrándose en la Audiencia Provincial de Alicante con sede en Elche el juicio sobre la contaminación del río Segura. Leo con inmensa satisfacción que se piden penas que suman 26 años de cárcel y bastantes miles de euros a siete empresarios y a dos presidentes de la Confederación Hidrográfica del Segura. Todavía me parece poco, dada la gravedad del asunto. Conozco Orihuela desde 1999 y me impactó contemplar cómo el Segura, convertido en una apestosa cloaca, cruzaba la ciudad inundando con su pestilente hedor las casas edificadas en su cauce. Abrir las ventanas de esas casas debía ser un acto heróico. Cada vez que me aproximaba al puente para cruzar el río, tomaba aire y no lo expulsaba hasta estar bien alejado. Hoy he vuelto a Orihuela y al cruzar el río me he detenido para, en un acto de temeridad, abrir bien las aletas de la nariz y comprobar si la situación había cambiado. El líquido -llamarlo agua va más allá del optimismo- negruzco que discurría no olía apenas. Quiero pensar que el problema está camino de ser solucionado, pero en los próximos días seguiré con la nariz vigilante para ver si fue un espejismo. Me parece que este juicio merecería mayor repercusión pública, pero ya ven que los problemas medioambientales, pese a que parece que preocupan más, siguen ocupando un segundo plano. No puedo dejar de pensar en toda la gente que ha vivido amargada con esa cloaca delante de su ventana. Yo no lo hubiera resistido.
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