viernes, 28 de septiembre de 2007

Se va acercando la hora de la verdad

Julián Marías estudió en la Universidad de Madrid entre los años 1931 y 1936. Parece un capricho del destino, ¿verdad? Por tanto, vivió en primera persona lo acontecido en aquellos años de la II República previos a la guerra civil, en la que participó como soldado republicano, y en la que, según confesó, no disparó un solo tiro. Marías siempre sostuvo que la causa de la gran tragedia nacional se debió a que los extremistas tensaron la situación y lograron arrastrar hacia sus posiciones a las grandes masas. Esa es una enseñanza que los españoles no debemos olvidar, y que en estos días es necesario recordar más que nunca. Asistimos al más intenso ataque contra las instituciones constitucionales por parte de los nacionalistas desde la muerte de Franco. Ibarretxe acaba de fijar una fecha para su consulta popular, y los ataques contra la monarquía no cesan. Rajoy reprochó ayer a Zapatero que su intento de contentar a los nacionalistas haya concluido radicalizándolos aún más, como toda persona medianamente sensata y leída podía imaginar. Los españoles debemos responder a este órdago con firmeza y sensatez. Nos jugamos mucho en las próximas generales, pues de no ganar el PP quién sabe adónde nos puede conducir un partido socialista absolutamente carente de un discurso claro sobre España. Debe ganar el PP y, como por fin ha dicho alguien de su partido –tenía que ser, como no, Vidal Cuadras-, pactar con un PSOE renovado, pues con los nacionalistas resulta imposible. Difícilmente será así, porque el PSOE sabe que eso significa la ruptura definitiva con el PSC. Como hace unos años –cuando todavía gobernaba el PP- les decía a mis amigos Melquíades y Lutgardo, el nacionalismo va a lanzar una ofensiva final. Así ha sido y llega la hora de la verdad. El panorama político se va aclarando y es hora de que el pueblo español se pronuncie. ¿Estaremos a la altura?

jueves, 27 de septiembre de 2007

El acta secreta de las reuniones Bush-Aznar

El País está publicando estos días informaciones extraídas del acta secreta de las reuniones mantenidas entre Bush y Aznar en los días previos a la invasión de Iraq. Algunos critican que con estas informaciones se desvie la atención de la opinión pública hacia Iraq cuando nuestros soldados están en Afganistán sirviendo en una zona de guerra y sufriendo bajas. Posiblemente sea cierto que esa es la intención de El País. ¿Y qué? Se trata de una información de gran interés público. Cuando se inicia una guerra es fundamental fiscalizar a los gobernantes que la auspiciaron. Hay que verificar si había razones justificadas para ir a la guerra, si se actuó de buena fe, etc. Debemos felicitarnos de que la opinión pública se tome en serio la guerra, cualquier guerra, y analice si se actuó bien. ¡Luz y taquígrafos!

¡Al abordaje!

Cuando los grupos independentistas o antisistema detectan que una de sus acciones tiene repercusión mediática perseveran en ella. Sobre todo cuando se trata de una acción que ataca a la institución que simboliza el corazón del enemigo. Me estoy refiriendo, naturalmente, a la quema de fotografías de los reyes. Una vez más la reacción es débil, timorata, un "al fin y al cabo no es para tanto", lo cual envalentona a esas minorías que desean subvertir el orden constitucional y a las que nuestro sistema hincha como de si de un gran globo se tratara. Es triste y alegre al mismo tiempo que se trate de un enorme globo que tiene cubierto el paisaje de nuestra España: triste, porque parece mentira que cuatro gatos condicionen nuestra vida colectiva; alegre, porque apenas se pusieran de acuerdo los dos grandes partidos se pinchaba el gran globo y el problema estaba solucionado. Les parecerá que exagero, pero estoy convencido de ello.

Pero que los dos partidos se pongan de acuerdo parece imposible cuando en el PSOE sigue militando gente que ha perdido el rumbo. Si no, lean la noticia de hoy en el diario Levante sobre la iniciativa de la oposición del Ayuntamiento de Pedreguer: "PSOE, Bloc y Aixa forzarán al PP de Pedreguer a autorizar un mural del Rey boca abajo". ¿Qué les parece? Los valencianos no podemos bajar la guardia y permitir que algún día estos sectarios ignorantes que van de iluminados nos gobiernen. Lamentablemente, en la Comunidad Valenciana no hay alternativa al PP.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Las ayudas al alquiler de la Chacón

Vaya aterrizaje de la Chacón en el ministerio. A bombo y platillo se descuelga con una medida muy parecida a la de su antecesora, y que a poco que alguien se pare a pensar se dará cuenta de que es un disparate. La Chacón piensa, "¿cómo podemos facilitar el acceso al alquiler a los jóvenes? Hum, vamos a ver, ¡eureka! ¡ya lo tengo! voy a darles una ayuda económica para que puedan pagarlo". ¡Madre mía con la lumbrera esta! Cualquiera sabe que el precio de un bien lo determina la oferta y la demanda. Si aumenta el poder adquisitivo para adquirir un bien aumentará la demanda y eso normalmente elevará el precio. Por consiguiente, es fácil predecir que esas ayudas, si no van acompañadas de otras medidas, van a elevar el precio de los alquileres casi con total seguridad. Para moderar el precio y facilitar el acceso a la vivienda hay que actuar sobre la oferta facilitando a los propietarios el alquiler de sus viviendas con ventajas fiscales y, sobre todo, con seguridad jurídica ante inquilinos morosos o dañinos. El problema es que tiene mucho más caché electoral decir que el gobierno da una determinada cantidad. Electoralismo sin cabeza es lo que nos está proporcionando el gobierno a lo largo de estas semanas. Se ve que deben de estar un poco nerviosos: a las puertas de una crisis, debate de presupuestos en plan tómbola de pueblo y, para terminarlo de arreglar, se les muere Polanco y El País y Cuatro amenazan con desmadrarse.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

La felicidad

El pasado sábado, el diario El Mundo publicó un artículo de Enrique Rojas, catedrático de psiquiatría con cierta notoriedad pública -no confundir con Luis Rojas Marcos-, sobre la felicidad. Leí el artículo con mucho interés. Pocos temas hay tan importantes como la felicidad y lamentablemente no hay muchos que se atrevan con él. Destaca Rojas la importancia de tener un proyecto de vida ilusionante y de desarrollarlo como la clave de la felicidad, tesis claramente inspirada en Julián Marías. Lógicamente, ese proyecto depende de las circunstancias de cada cual, y también es importante saber encajar los fracasos que podemos cosechar. Rojas cita el libro de Marías "Breve tratado de la ilusión", que precisamente es uno de los pocos libros de Marías que no he leído; pero esta idea de tener un proyecto vital acorde a lo que cada cuál es -lo que implica autenticidad- está también desarrollada en otro libro de Marías, "Tratado de lo mejor". Aludo a esta obra porque creo que es importante subrayar que la exhortación a hacer de la vida de cada cual un proyecto acorde a lo mejor de uno mismo es presentada por Marías como una exigencia de carácter moral. Por ejemplo, si he entendido bien a Marías, de alguna manera hubiera resultado inmoral que Einstein, en un entorno de máximas posibilidades científicas, abandonara su trabajo de físico para dedicarse al póker profesional. Por tanto, tener un proyecto de vida realista, auténtico y ejecutado con tenacidad es una exigencia moral que, además, según Rojas, constituye la clave de la felicidad.

Aunque hay mucha verdad en esta tesis, las páginas más certeras sobre la felicidad humana no las he leído ni en Marías, ni en Aristóteles, ni mucho menos en Kant -que ni siquiera osa hablar de semejante tema sobre el que hay mil opiniones-, sino en un libro titulado "El aprendizaje de la serenidad", cuyo autor es un sacerdote jesuita llamado Rafael Navarrete. El capítulo 1º de este libro se titula "La felicidad". Navarrete incide en la importancia de recuperar la experiencia de la felicidad porque el hombre moderno, pese a todas sus comodidades, no es feliz, y observa que "la felicidad no está en ningún sitio, pero, curiosamente, puedes encontrarla en todas las circunstancias". La idea más importante es que la clave de la felicidad radica en una decisión de la voluntad. Hay que querer ser feliz independientemente de las circunstancias, aceptar gozosamente todo lo que aparece en nuestra vida. Esto no implica negar la importancia de tener proyectos y de luchar por ellos. Claro que tienen razón Rojas y Marías en este punto, pero la clave de la felicidad no radica en la consecución de dichos proyectos, al igual que la imposibilidad -por una enfermedad, por ejemplo- de realizar apenas nada no impide ser feliz. Naturalmente, no es fácil de aceptar la tesis de Navarrete, pero en el resto de los capítulos de su extraordinario libro nos muestra cómo es posible orientar nuestra vida hacia la felicidad para abrirse a la realidad y acogerla gozosamente, lo cual sólo es posible, como no podría ser de otra forma, si todo cobra un sentido sobrenatural. Con otras palabras, la verdadera felicidad no puede estar desligada de lo trascendente, pasa por Dios, como bien sabía San Juan de la Cruz al escribir:

"Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme.
Dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado".

Así concluye el gran libro de Navarrete.

lunes, 17 de septiembre de 2007

La beligerancia del PP con el partido de Rosa Díez

La entrada en la escena política del partido de Rosa Díez ha generado polémica en el PP y sus círculos afines. Mikel Buesa ha apostado por dicho partido y su decisión, por lo visto, ha sentado mal en la dirección de un Foro de Ermua claramente afín al PP. Parece que el PP tema que este partido pueda restarle votos, lo cual resulta curioso, dado el posicionamiento de la nueva formación como un partido de izquierda.

Como ciudadano valoro muy positivamente la iniciativa de fundar un partido de izquierda que se muestre beligerante con el nacionalismo, y que reivindique la unidad de España y la igualdad entre todos los españoles y entre las distintas Comunidades Autónomas. Esto, se mire por donde se mire, es positivo para la democracia, y mucho más lo sería si restara muchos votos al PSOE. Si el PP piensa exclusivamente en términos de rédito electoral es lógico que lo vea de otra forma. Sin embargo, en mi opinión el PP haría bien en tomar nota de las iniciativas políticas que propone este partido -las indiqué en este blog días atrás citando algunos fragmentos de un artículo de Buesa- con relación a temas tan importantes como lograr que en España la mayoría no se vea lastrada por una minoría secesionista e insolidaria. Si el PP gana y pretende volver al posibilismo pactando con las minorías nacionalistas, estaremos de nuevo perseverando en el error. No voy a decir que Rajoy debería hacer como Mas e irse al notario para comprometerse a no pactar con los nacionalistas, aunque si lo hiciera yo le votaría más tranquilo.


viernes, 14 de septiembre de 2007

La calidad universitaria al desnudo (el secreto del aprobado)

Estamos hartos de oír que la enseñanza primaria y secundaria es un desastre, y que las tasas de fracaso escolar son elevadísimas. Sin embargo, durante estos últimos años también habrán leído que los porcentajes de aprobados en selectividad son muy altos, por no hablar de las pruebas de mayores de 25 años, en las que aprueba gente que no sabe hacer la "o" con un canuto. Quizá a alguno de ustedes le haya llamado la atención, pero si no ha sido así coincidirán conmigo en que aquí hay algo que no cuadra. Pues presten atención porque hoy van a hallar la respuesta en el blog de De Soca.

¿Saben cúal es el criterio por el que los gobiernos autonómicos financian a las Universidades públicas? ¿A que empiezan a adivinarlo? Efectivamente, el número de alumnos matriculados. Esto se traduce en que las Universidades bajan el listón en la selectividad hasta unos niveles alarmantes y permiten que accedan a nuestras aulas alumnos de paupérrimo nivel. Si alguno pensó que las facilidades del bachillerato acababan al afrontar la selectividad, ya pueden ir cayendo del guindo. Por si no fuera suficiente, los disparates e irresponsabilidades no acaban cuando el alumno se matricula en una carrera universitaria. Entonces entran en juego los servicios de calidad de cada Universidad. Prepárense para lo que van a leer porque no van a dar crédito. Los de calidad suelen trabajar fijando unos estándares de calidad: si cumples muchos, tienes calidad, y si no, pues no tienes y probablemente no pases una evaluación externa. Estos estándares suelen responder a variables fácilmente mensurables y controlables como, por ejemplo, presentación de actas en el plazo correspondiente, número de programas traducidos al inglés e incorporados a la web, etc. Pues bien, uno de los estándares de calidad es la llamada tasa de éxito, es decir, el número de aprobados con relación a presentados. Un profesor con una elevada tasa de éxito es un profesor con mayor calidad que otro que apruebe sólo al 10%. Los resultados en calidad afectan a la posibilidad de pedir determinadas ayudas para desplazarse a otras Universidades, etc.; pero, además, existe un especial interés por parte de las autoridades universitarias en fomentar los aprobados para evitar que los alumnos se desalienten y abandonen sus estudios -el mismo argumento que ha utilizado la ministra Cabrera con relación a los alumnos de bachillerato-, pues, como les he comentado, eso afecta al presupuesto de la Universidad, y en un contexto de baja natalidad la falta de alumnos está ahogando económicamente a las Universidades.

En resumen, el camino que conduce a la obtención de los títulos universitarios está expedito. La consigna es aprobar a toda costa para que el sistema nos permita sobrevivir. Muchos alumnos viven engañados con unos aprobados que hoy cuestan infinitamente menos esfuerzo que hace apenas quince años.

Campañas publicitarias para fomentar la natalidad

Según una noticia difundida por el telediario de Cuatro, en los próximos años vamos a necesitar en la Unión Europea 20 millones de inmigrantes para sostener nuestro nivel de vida. No es de extrañar, pues vemos que progresivamente la escasez de mano de obra se va extendiendo hasta alcanzar a profesiones de reconocido status social. Sin ir más lejos, hoy he leído en un periódico que la escasez de médicos comienza a ser preocupante, sobre todo teniendo en cuenta el horizonte de próximas jubilaciones de médicos que se avecinan. No olvidemos que quienes hoy tienen 65 años nacieron en 1942, años duros de posguerra, pero años de fuerte incremento demográfico. No me cansaré de repetirlo, las políticas sociales deben centrarse en la familia y en el fomento de la natalidad. ¿Acaso es descabellado empezar a promover campañas de publicidad institucional para que la gente tenga hijos? No veo por qué no. Igual que las campañas para evitar los accidentes de tráfico pretenden proteger la vida, estas campañas estimulando la natalidad la promoverían. Con ello no estoy diciendo que se cierren las puertas a unos inmigrantes a quienes debemos recibir agradecidos -siempre que vengan respetando la legalidad-, pero España debe labrarse su futuro fundamentalmente con españoles de origen. Lo contrario puede generar graves problemas de convivencia, patentes en otros países europeos. Afortunadamente, en nuestro país el problema es menor que en otros de Europa gracias a nuestros hermanos hispanoamericanos. Estos son los problemas que deberían preocuparnos, pero algunos, ya saben, andan más preocupados por controlar la lengua que los niños hablan durante el recreo.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Certero comentario de Pedro J. Ramírez

Refiriéndose al abandono de Imaz, Pedro J. Ramírez, el director de El Mundo, ha incidido en la responsabilidad del PSE-PSOE con una argumentación que suscribo plenamente. En política, además de las propias convicciones ideológicas, parece que interesa posicionarse adecuadamente frente al adversario político. De ahí las encarnizadas luchas por ocupar el centro político que, según se dice, otorga la victoria en las elecciones. Los socialistas de Patxi López han pretendido ocupar el espacio político del nacionalismo moderado, lo que ha provocado la estampida de Rosa Díez, Redondo Terreros, etc. Esto ha significado, observa Ramírez, que la línea moderada del PNV, respresentada por Imaz, se haya quedado fuera de juego en dicho partido. Tiene toda la razón. Un PSE-PSOE que apuesta por el nacionalismo moderado contribuye a radicalizar el PNV.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Imaz abandona la política

Parece que el sector duro del PNV, aquel que pretende la independencia, tiene fuerza suficiente para echar a Imaz. Éste no ha esperado a que llegue ese momento y no se presentará a la reelección. Algunos se lamentan porque ven en Imaz un político sensato cuya prioridad era acabar con el terrorismo, pero yo prefiero que el nacionalismo se presente ante los ciudadanos con mensajes claros, aunque no nos gusten. Por ejemplo, prefiero -entiéndanme, no es que me guste su mensaje, sino que lo veo más provechoso para la claridad del debate político- el nacionalismo de ERC que el de CiU. A ERC le ves venir, pues son claros en sus reivindicaciones. En cambio, CiU reivindica que Cataluña es una nación, pero no apuesta por el independentismo, aunque sí lo hacen algunos de sus dirigentes. Al no presentarse como independentistas ofrecen una buena coartada a los gobiernos de España para pactar con ellos. No, mejor un nacionalismo claro, aunque sea extremo en sus planteamientos, que un nacionalismo ambiguo que perpetua una situación de ruptura progresiva y camuflada. Bien está que pronto Egíbar o quien sea tome las riendas del PNV y planteen claramente un referendum de autodeterminación. A ver si entonces impera el sentido común en los dos partidos nacionales -todavía no me resigno a denominar así al PSOE, pese a que no lo parece- y frenan de una vez el totalitarismo nacionalista.
P.D. Uno preferiría no tener que escribir sobre este tema, pero ya ven que la actualidad política española no lo permite.

Pasar de curso con cuatro suspensos

En materia educativa no ganamos para disgustos. Ahora resulta que los alumnos que hayan suspendido cuatro asignaturas podrán pasar de curso. La ministra opina que de este modo se evita su desmoralización, que sería la causa principal del abandono de los estudios. Con otras palabras, la ministra entiende que obligar a un alumno a repetir es hundirlo irremisiblemente en la miseria y casi empujarlo a que deje de estudiar. Mucho me temo que haya pedagogos con perfil de psicólogos en el entorno de esta ministra: siempre zanahoria y nunca palo. Pues se equivoca la ministra. La mejor manera de motivar a un alumno no es presentarle un sistema flexible en el que parece que siempre hay otra oportunidad, sino mostrarle con claridad que deberá esforzarse para poder ser un hombre o una mujer de provecho. Mayor flexibilidad significa para un niño mayor indolencia. No se ven claros los límites y eso es lo que aboca al precipicio. Si uno no aprueba, no pasa de curso. ¿Acaso la experiencia del fracaso no puede ser tremendamente educativa en lugar de desmotivadora?

martes, 11 de septiembre de 2007

La diada catalana

He visto algunas imágenes de independentistas catalanes exaltados profiriendo amenazas, insultos y señalando a España como si fuera la encarnación del mal. Que no tienen ni idea de historia es evidente, como se podía prever tras dejar la educación en manos de los nacionalistas durante dos generaciones. Supongo que muchos catalanes sentirán vértigo al comprobar hacia dónde les conduce el nacionalismo. Les recomiendo que se pongan manos a la obra, porque nadie les va a librar de esa vorágine totalitaria. Catalanes cultos y de buena fe, me solidarizo con vosotros. Ánimo, porque la tarea es ingente.


sábado, 8 de septiembre de 2007

El reportaje de Victoria Beckham y el "shopping"

La mar de interesante el reportaje sobre la nueva vida de Victoria Beckham en Los Ángeles emitido por la Cuatro. Ella misma va explicando las peripecias de sus primeras impresiones y vivencias, al tiempo que el espectador asiste atónito al grotesco espectáculo de contemplar la vacua vida de esta gente. Todo ese lujo desbordante es como una monumental falla en permanente ignición cuyas llamas se perpetúan con los cientos de objetos que diariamente le arroja esta compradora compulsiva víctima del shopping, otra nueva enfermedad mental. El reportaje no suscita envidia, sino una mezcla de vergüenza ajena e infinita tristeza. La visita de Victoria a sus vecinas de la “alta sociedad” de Beverly Hills, tras haber sido invitada mediante un ramo de flores, podría inspirar un vodevil si no fuera porque sus protagonistas ni siquiera tenían gracia para ingeniar algún equívoco divertido. La única equivocación fue la que cometieron los cirujanos plásticos de estas fulanas, al asegurarles que nadie notaría el “levísimo” retoque que les iban a realizar. La anfitriona vivía en una enorme mansión, un palacio de mal gusto hortera y rococó sólo comparable al rancho de Michael Jackson. Allí recibieron a Victoria aquel grupo de mujeres de la factoría del Dr. Frankenstein para hablar de fama, lujo, dinero, sexo, y terminar borrachas. Espectacular.

El reportaje se emitió el viernes por la noche. Hoy he realizado una visita relámpago a mis padres y he paseado con ellos por la Ciudad de las Ciencias. En la fachada de El Corte Inglés colgaba un cartel que más o menos decía: “Prepárate para la vuelta al shopping”. Vaya tela con el mensaje. Ya no tienen ni el pudor de camuflar su interés por atraernos para que compremos en su establecimiento, sino que obscenamente proclaman la existencia de una nueva actividad, el shopping, el ir de compras por el simple placer de comprar, pues, como dice Victoria, se siente mucho mejor después de practicarlo. No está de moda un producto concreto, sino la compra pura y dura. Nos hallamos ante la completa subversión de los medios frente a los fines. La compra tenía sentido como medio para adquirir un objeto que servía a un determinado fin; pero ahora el medio es lo importante y el fin ocupa un lugar absolutamente subordinado. ¿Se imaginan qué cara pondría la Victoria Beckham si alguien le preguntara para qué necesita tales zapatos o tal anillo? Pues eso.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Ojo al partido de Rosa Díez

No lo digo porque pueda ganar o restar votos a los grandes partidos, sino porque algunas de sus propuestas son un calco de mi pensamiento. Hoy, en la tercera de ABC, entre otras cosas, Mikel Buesa, recientemente incorporado al partido, escribe:

"Por tanto, queremos un partido nuevo con vocación nacional que refuerce la unidad entre los españoles, que asuma un programa de reforma constitucional para recuperar lo esencial del modelo de 1978 -es decir, un Estado unitario, descentralizado y solidario-, cerrando las grietas que se han abierto en la Constitución y, de ese modo, eliminando los incentivos que actualmente existen para que se cuestione permanentemente la distribución institucional del poder entre el gobierno de la nación y los gobiernos regionales. Hay, así, que redefinir y consolidar los ámbitos competenciales del Estado y las Comunidades Autónomas, corrigiendo las disfunciones actuales, singularmente en los ámbitos de la educación, la fiscalidad y la ordenación del territorio. Hay también que modificar el modelo electoral de manera que se aminore el excesivo poder adquirido por los partidos nacionalistas de vocación independentista, lo que exigirá revisar todos sus elementos, desde la definición de las circunscripciones hasta las reglas de proporcionalidad. Y hay que profundizar en la vida democrática adoptando reglas de representación que favorezcan el compromiso de los políticos con los ciudadanos, lo que obliga a debatir la cuestión de las listas abiertas o la elección directa a dos vueltas de las presidencias en todos los niveles de gobierno.
Este partido nuevo también aparecerá comprometido de manera radical en la lucha contra el terrorismo. Para ello, lo primero es negar la validez de cualquier razón política a quienes hacen de la violencia el instrumento de su intervención en la sociedad. Esto excluye cualquier veleidad negociadora con terroristas como los de ETA; excluye también los apoyos más o menos solapados que reciben organizaciones terroristas que operan en otros países; y debe conducir a explorar nuevas posibilidades de desarrollo jurídico que, sin perturbar las garantías democráticas, endurezcan el tratamiento penal del terrorismo, como podría ser su calificación de crimen contra la humanidad.

Tiempo habrá en los meses inmediatos de analizar las propuestas programáticas que formule este partido. Lo relevante ahora, desde mi punto de vista, es impulsar su nacimiento para que no nos ocurra lo que, con acertada reflexión, constató el libanés Amin Maalouf en ese maravilloso libro en el que indagó acerca de sus Orígenes: «La Historia se equivoca con frecuencia; pero nuestra cobardía de hombres mortales nos lleva siempre a explicar doctamente por qué fueron atinadas sus decisiones, por qué fue inevitable lo sucedido y por qué nuestros nobles sueños merecían irse al infierno». A quienes observamos con preocupación la deriva identitaria y disgregadora que caracteriza la realidad actual de España y todavía nos queda una pretensión de unidad, una ambición democrática y un sueño de libertad, se dirige este partido que nace con la vocación de contribuir a que esos anhelos no acaben en el abismo".


Reforma de la Constitución para potenciar el Estado, de la ley electoral, lucha contra el nacionalismo y el terrorismo.... Hum, esto tiene buena pinta.

Descentralizar cercanías

Comprendo que más de uno pueda pensar que esto de la cesión de competencias del Estado a las Comunidades Autónomas conduce a la fragmentación de la nación y a su transformación en reinos de taifas. Comparto esta idea, pero la descentralización no es mala "per se"; hay que analizar en qué casos conviene y en cuáles resulta una majadería. En este blog me he quejado amargamente del funcionamiento de la línea de cercanías de Renfe Murcia-Alicante. No sé si ceder la competencia al gobierno valenciano contribuiría a mejorarla, pero tiendo a pensar que sí. La capacidad de presión de los ciudadanos sobre sus políticos es mayor a medida que están más cerca, y en este caso es fundamental quejarse ante un servicio de ínfima calidad, impropio del volumen de pasajeros que soporta y de la importancia de las poblaciones que une. Sin embargo, no veo nada bien la descentralización de los aeropuertos. ¿Acaso existen en España muchos vuelos regionales -entendidos como desplazamientos en una misma Comunidad Autónoma-? Claro que no. Los aeropuertos son nacionales o internacionales. Creo que esta competencia debe reservársela el Estado y gestionarla bien.

Una importante amenaza para la división de poderes

Es de sobra conocido que en estos tiempos las leyes que aprueba el parlamento se caracterizan por requerir un desarrollo reglamentario sin el que su aplicación resulta imposible, lo cual es debido en buena medida a la presencia en las leyes de declaraciones programáticas y principios. Un caso actual de ley necesitada de desarrollo reglamentario es la Ley de Universidades, cuya reforma aprobó el parlamento en abril. Ella ha introducido la nueva estructura de los estudios universitarios adecuada al Espacio Europeo de Educación Superior. Para su puesta en práctica es necesaria una concreción que el gobierno va a realizar mediante un Real Decreto que espera –más bien teme- la comunidad universitaria. ¿Qué sucedería si ganara el PP y decidiera paralizar, como es su intención, dicha regulación? Sencillamente que la ley aprobada por el parlamento se quedaría en papel mojado en aspectos sustanciales. En un post anterior lamentaba la falta de sentido de Estado de los dos grandes partidos por no ponerse de acuerdo en materias clave; el problema se agrava cuando el poder para llevar a la práctica una ley se traslada al gobierno. ¿Dónde queda la división de poderes? Pues donde San Juan de la Cruz se dejó su cuidado: entre las azucenas olvidado.

jueves, 6 de septiembre de 2007

La libertad de expresión en los clubs de fútbol

Vicente, el futbolista del Valencia que no termina de recuperarse de una lesión que los médicos del club no ven clara -vamos, que casi sospechan que es psicológica-, ha declarado que no confía en absoluto en dichos profesionales. Esas declaraciones han motivado que el Valencia CF le abra un expediente por haber incurrido en una falta grave o muy grave. Por lo visto, el reglamento de régimen interno prohibe la crítica a determinados profesionales de la entidad por parte de los futbolistas, lo cual no deja de ser curioso porque que el entrenador y el director deportivo se critiquen, como sucedió con Quique y Carboni el año pasado, sí que está permitido.

El caso del Valencia CF no debe de ser diferente al de otros clubs en materia de reglamentos de régimen interno. Estas normas lesionan alegremente el derecho a la libre expresión sin justificación alguna, pues una cosa es una crítica continua que impide el desarrollo de la actividad laboral en cuestión y que parece contraria a la buena fe contractual que debe existir entre un empleador y sus empleados, y otra muy distinta es una declaración puntual en la que un jugador confiesa que ha perdido completamente la confianza en el médico de su club, como ha hecho Vicente. En su día el futbolista del Tenerife Manolo Hierro también realizó unas declaraciones muy críticas contra el presidente de su club, lo que le valió una sanción por vulnerar las dichosas normas de régimen interior. Hierro no se conformó y recurrió ante los tribunales la sanción que le había impuesto su club, e incluso recurrió en amparo, tras agotar la jurisdicción ordinaria, ante el Tribunal Constitucional. Pues bien, éste declaró que, efectivamente, la aplicación de dichas normas vulneraban el derecho a la libre expresión. Uno podría pensar que cuando un jugador ficha por un club acepta someterse a las normas internas de dicho club, pero se olvida que ningún acuerdo puede contravenir la ley, la moral y el orden público. Con otras palabras, un reglamento interno de un club que vulnere los derechos fundamentales es nulo. Convendría que los clubs tomaran buena nota del caso Hierro y no adoptaran medidas antijurídicas y, además, ridículas. ¿Acaso no es razonable que un jugador que no se cura pierda la confianza en el médico que le trata? Desde luego, los dirigentes del Valencia por unas u otras razones se están cubriendo de gloria.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

¿A las puertas de una gran crisis?

En contra de lo que dice la ministra Chacón, siguiendo la estela de Solbes, la subida del Euribor no afecta a unos pocos, sino que mucha gente está ahogándose para pagar su hipoteca. La consecuencia es que la construcción se para, el mercado de la vivienda se estanca, el consumo se ralentiza, el paro aumenta, pero, al mismo tiempo, los precios siguen subiendo -ahora el pan, huevos y leche- y dificultando que la subida de tipos de interés alcance techo. Ante esta situación cuyos primeros síntomas ya estamos observando y parecen alarmantes, la duda que se plantea es si se avecina una simple desaceleración o una crisis gorda, un parón. Algunos analistas señalan que la situación saneada de las cuentas públicas y la pujanza de la industria y de los bancos hace que esta situación no se asemeje a la vivida a principios de los noventa, es decir, el gobierno tiene margen de actuación para capear el temporal y dejarlo todo en un frenazo suave. No soy experto en economía y no me atrevo a pronosticar con muchas probabilidades de acertar, pero ese sanemiento de las cuentas públicas difícilmente podría aguantar ante una situación en la que se ingrese mucho menos por IVA, y aumente el gasto ante la llegada de desempleados a las listas del INEM. El gasto público no puede -por los criterios de convergencia- y no debe tirar de la demanda interna, y el consumo, verdadero motor del crecimiento, da claros síntomas de agotamiento por la presión sobre las familias. Si el sector exterior no mejora y tira de la demanda, y difícilmente puede hacerlo ante el elevado coste de producción que hay en España, yo sinceramente no veo un panorama muy halagüeño y me inclino por pronosticar un parón brusco, una crisis severa que puede afectar a las expectativas electorales de ZP. Yo estaba convencido de que adelantaría las elecciones a otoño precisamente por esto, y también para esgrimir la eficacia contra ETA como filón electoral. Creo que se ha pasado de listo al esperar a marzo.

martes, 4 de septiembre de 2007

Las noticias de la Cuatro

Solía ver las Noticias televisivas de Antena 3, pero llegó un momento en que la injustificada y abusiva presencia de noticias de sucesos terminó por asquearme. He comenzado a seguir las noticias de la Cuatro. Barren claramente hacia el PSOE y atizan al PP con y sin razón, pero, al margen de esto, que lo dábamos por descontado, el formato del noticiario y la atención al panorama internacional hacen que las prefiera. Otro tanto sucede con otros medios de comunicación del Grupo Prisa y de otros medios de izquierda (el Diario Información o Levante-EMV, por ejemplo): su línea editorial es penosa, a veces supera los límites de lo tolerable para el sentido común, pero hay bastante información y mucho mejor presentada que en otros medios.

Lucrarse con el sufrimiento ajeno

En la página web del diario El Mundo aparece una noticia trágica. Un inmigrante rumano, incapaz de reunir los 400 euros que le han estafado cuando iba a comprar billetes para regresar a Rumanía junto a su mujer y su hija, se ha quemado a lo bonzo ante la subdelegación del gobierno en Castellón. La noticia no sólo está redactada y acompañada de fotos, sino que es posible activar el video en el que se puede seguir toda la secuencia del impactante suceso. Lamentablemente, no he podido resistir a la curiosidad y he hecho "click" para verlo. Inmediatamente una voz avisa de que el video comenzará después de la publicidad. Verdaderamente terrible. Este pobre hombre desesperado por 400 euros ha servido para que carroñeros como en este caso el diario El Mundo logren ingresos por publicidad gracias a pánfilos como un servidor.

Creo en la libertad individual, pero cuando ésta se orienta hacia el morbo, como sucede con este video o con películas snuf, etc., el panorama que deja tras de sí no puede ser más penoso y desolador. La solución no consiste en prohibir que se cuelgue el video -salvo casos extremos-, sino en disciplinarse para no caer en el morbo, algo complicado en casos en los que uno no sabe qué es exactamente lo que va a ver, y, sobre todo, en la deontología periodística. Me parece bien que se difunda la noticia y se ofrezcan detalles de lo acontecido, pero las imágenes con la terrible escena sólo sirven para el estremecimiento y morbo del espectador, y, como consecuencia, para lucrarse a costa del sufrimiento ajeno. Prueba de ello es que la publicidad sólo se activa al hacer click en el video, no al leer el cuerpo de la noticia. El periodista debe saber distinguir entre informar y lucrarse a través del sufrimiento ajeno, cosa bien distinta. Pero, ¿acaso no buscaba este rumano la repercusión pública? Es posible, pero la indignidad de la conducta periodística no disminuye por ello.

Por si las imágenes no fueran lo suficientemente duras y terriblemente tristes, en algún foro de Internet alguno repara en que la camiseta que vestía este pobre hombre era del Valencia CF, como si tuviera alguna importancia. Repugnante.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Una nueva fase en la percepción del nacionalismo

Desde la muerte de Franco, o incluso antes, la presión del nacionalismo más o menos independentista vasco y catalán no ha cesado en ningún momento. Hasta hace pocos años, a la gran mayoría de los españoles le preocupaba que pudiera quebrarse la unidad de España, al tiempo que se confiaba en la resolución de las principales instituciones del Estado para frenar un proceso secesionista. Por otra parte, el peso de la minoría vasca y catalana en el parlamento producía la sensación de que el País Vasco y Cataluña recibían un trato privilegiado por parte del Estado, debido a su capacidad para condicionar el gobierno de la nación. Creo que muchos ciudadanos de esas comunidades probablemente votaban a los partidos nacionalistas para asegurar ese especial status. Esta situación condujo a que surgieran algunos partidos en otras comunidades que se marcaron como objetivo alcanzar los supuestos privilegios de catalanes y vascos. Por ejemplo, en su día, Unión Valenciana reclamó el voto a los valencianos para lograr lo que, según su líder, González Lizondo, estaban obteniendo los catalanes gracias a la fuerza de Convergencia i Unió.

Esta era la situación, les decía, hasta hace pocos años. ¿Acaso algo ha cambiado? Tengo la sensación de que sí. El desafío nacionalista no sólo sigue presente, sino que incluso se ha acentuado hasta extremos que, bajo mi punto de vista, jamás deberían haber sido tolerados. Pero, por una parte, hay una proporción importante de españoles que, hastiados por la sempiterna cantinela nacionalista, empiezan a despreocuparse de la unidad nacional hasta el punto de que aceptarían la independencia del País Vasco y de Cataluña espetándoles de buena gana aquello tan castizo de “…y que les den morcilla malagueña a estos tíos”. Junto a este cambio en la opinión pública, nos encontramos con que tras la llegada de ZP al poder todo puede suceder, es decir, ni siquiera estamos seguros de que el gobierno de la nación no acceda a soluciones de compromiso que, respetando nominalmente la Constitución –con la aquiescencia de un bien domado y mejor paniaguado Tribunal Constitucional- suponga el tránsito a la España confederal aludida por Rosa Díez. De este modo, en los últimos años parece que la independencia "de facto" del País Vasco y de Cataluña tiene visos de convertirse en realidad sin que preocupe excesivamente a un importante número de españoles. Pero detecto otra novedad en el panorama nacional. Los ciudadanos de Cataluña y el País Vasco empiezan a percibir que la fuerza parlamentaria del nacionalismo no se traduce necesariamente en un mayor bienestar o desarrollo, más bien las está convirtiendo en sociedades cada vez más provincianas -lo de la búsqueda del apellido con "pedigree" es patético- que difícilmente atraen a las élites de la nación. Hace poco me comentaba un amigo que en Andújar y en otros pueblos andaluces, ante la falta de oportunidades, la cuestión radica en si elegir Madrid o Valencia. Ya no se opta por Cataluña o el País Vasco. Además, vascos y catalanes, al igual que el resto de los españoles, empiezan a creer que la independencia no es una quimera inalcanzable, y a muchos esta posibilidad comienza a azorarles, sobre todo porque saben qué individuos controlarían la situación en semejante circunstancia. Prueba de que mis sensaciones pueden responder a la realidad es que el voto nacionalista no deja de bajar, y la división en el PNV y en CiU es patente, especialmente en el caso del PNV.