Como era previsible (remito a la entrada “La amnistía y el
principio de proporcionalidad”), el Tribunal Constitucional va a sostener que
el legislador tiene un amplísimo margen para valorar lo que conviene al interés
general en tanto legítimo intérprete de la “voluntad general”. La perversión de
la democracia constitucional alcanza su máximo apogeo al atacar su misma
esencia: poner límites a los excesos de los poderes públicos, en especial del
poder legislativo. El Tribunal Constitucional debe fiscalizar la actuación de
este poder cuando una ley viola flagrantemente el derecho fundamental a la igualdad
ante la ley de todos los españoles. En lugar de ello, los magistrados han
decidido ponerse al servicio de los que atentan contra la Constitución dando
así la puntilla al régimen constitucional. Esto ya estaba sucediendo, muchos lo
hemos advertido, pero constitucionalizar la amnistía supone un salto
cualitativo por la manifiesta evidencia de la felonía. Intentar hacer creer a
los españoles que el parlamento busca el interés general amnistiando a quienes
han declarado que volverían a quebrantar la legalidad es tomarnos a todos
por imbéciles. Conde Pumpido y sus compañeros van a emborronar no sólo cientos
de páginas hueras de razón, sino cualquier tipo de prestigio profesional que
pudieran atesorar.
martes, 3 de junio de 2025
El Tribunal Constitucional va a dar la puntilla a la democracia constitucional
Etiquetas:
Actualidad política
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