Sánchez pretende hacernos creer que no sabía nada. Semejante posibilidad es un insulto a la inteligencia, pero hay un dato, en mi opinión, que representa un indicio clarísimo de que estaba al tanto de todo: el nombramiento de Ábalos como ministro de Fomento. Se trata de un Ministerio con un elevado presupuesto en el que se adjudican obras públicas. Eso no puede ser una casualidad. Los cuatro del Peugeot se conocían muy bien.
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