jueves, 31 de diciembre de 2009

Rajoy y Núñez Feijoo se empeñan en amargarnos las uvas

Núñez Feijoo y Rajoy han dado un ejemplo en las últimas horas del tipo de alternativa que representa el PP frente al nefasto Zapatero.

Comencemos por el gran jefe (líder es otro cantar). Parece ser que Rajoy aceptará que se incluya en el Estatuto de Castilla-La Mancha el límite de los 6000 hectómetros cúbicos, que supone en la práctica la imposibilidad de trasvasar agua del Tajo al Segura. En su día ya se cometió la estupidez de incluir en la declaración de derechos sin derechos (sí, estupefacto lector, así lo ha dicho el Tribunal Constitucional en la STC 247/2007, de 12 de diciembre, fundamento jurídico 15º) del Estatuto valenciano –sobre el que los valencianos seguimos sin haber podido pronunciarnos en referéndum para nuestro bochorno-, el llamado derecho de los valencianos (y valencianas, ya ven modas estúpidas que copian todos los politiquillos) al agua y al trasvase desde cuencas excedentarias a cuencas deficitarias. Era un brindis al sol que sólo servía para decirle a los de Aragón y Cataluña que nosotros meamos más lejos, y para venderlo bien envuelto a votantes que compran cualquier mercancía, pero todo puro embeleco sin ninguna repercusión práctica. Ahora los de Castilla-La Mancha también quieren que su Estatuto diga algo sobre el agua, tal como hicimos los valencianos, con la diferencia de que parece que ellos están dispuestos a concretar el asunto. No creo que lo hagan porque sería flagrantemente inconstitucional, pero sirve para que el que todavía no se haya enterado se dé cuenta del papelón que está haciendo con este asunto el PP rajoyesco. Y además era absolutamente innecesario, porque el PP sólo tenía que remitirse al plan hidrológico nacional y santas pascuas.

Hablemos ahora del gran Núñez Feijoo que llegó a la poltrona prometiendo acabar con la falta de libertad de los padres para elegir la lengua en la que quieren que se eduque a sus hijos. En la línea pepera de aplicar políticas impropias de un partido que defiende la libertad (fíjense en lo que sucede en Valencia con el valenciano, requisito imprescindible para ser muchas cosas, incluso para los de Orihuela ¡manda huevos el tema!), coquetea con la idea de equilibrar proporcionadamente el castellano y el gallego, e introduce el inglés en la enseñanza más que nada, me parece, para guardar las apariencias y demostrar cierta preocupación por la calidad educativa. No parece entender este buen hombre que no se trata de equilibrar lenguas, sino de respetar derechos de los ciudadanos, y eso no admite equilibrio.

Estos dirigentes del PP tienen obstruido hasta el don de la oportunidad y se empeñan en amargarnos las uvas, pero no lo van a conseguir. ¡Feliz año nuevo, queridos lectores!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

El problema de los smart phones

Estoy convencido de que el iphone y, en general, los smartphones son un gran invento. Sin embargo, hay varias razones por las que no me decido a adquirir uno de estos ingenios. En primer lugar, el hecho de que en un mismo aparato tengas teléfono, internet, email, agenda, radio, etc., es muy útil, pero al mismo tiempo convierte su pérdida en una tragedia, sobre todo por su precio (según he visto difícilmente bajan de 400 euros si se adquieren libres). Yo prefiero, puestos a perder, quedarme sin un teléfono que fácilmente puedo reponer. ¿Se imaginan que se desliza del bolsillo, o que te lo olvidas en no se qué sitio, o sencillamente que se te cae y se rompe? Demasiado valioso, claro que siempre habrá gente que piense que eso no es dinero, pero para mí sí es una cantidad apreciable. En definitiva, amago con la compra, pero no termino de decidirme. A ver si bajan un poquito de precio y entonces doy el paso, si no me encuentro con que los reyes se han acordado de mí.

martes, 29 de diciembre de 2009

Respeto a la ley y equidad

El comentario de Franki (agradezco la felicitación y a su vez felicito el año, ya que la Navidad ha pasado) al post de la sentencia de la señora Carrascosa hace referencia a una cuestión que merece atención. Acertadamente se destaca en el comentario como digno de encomio que en EE.UU las leyes se cumplen, y yo comparto absolutamente esta opinión. Hace pocos meses escribí sobre la importancia que tiene hacer cumplir las sentencias en el post “Sentencias incumplidas, ciudadanos desamparados”. Lo mismo digo con relación al cumplimiento de las leyes: muchos problemas surgen no por falta de una legislación adecuada, sino por la pertinaz falta de voluntad de las correspondientes instituciones para darles cumplimiento.

Dicho esto, quisiera reflexionar brevemente sobre el respeto a la ley y la importancia de la equidad. Lo primero que hay que decir es que no es acertado identificar el derecho con la ley, en contra de lo que habitualmente piensa mucha gente –juristas incluidos-. La ley es un instrumento -sin duda de extraordinaria importancia- al servicio del derecho (lamentablemente no puedo extenderme sobre esta cuestión en este blog). Hecha esta precisión, hay que decir que mediante la ley el legislador trata de regular situaciones con el fin de ordenar correctamente la convivencia social, pero la ley siempre llega tarde, es decir, la realidad puede presentar matices que el legislador no supo o no pudo prever. Esta circunstancia es de especial importancia porque permite comprender por qué en algunos casos la aplicación estricta de una ley puede acarrear una grave injusticia. La equidad supone una desviación de la ley, motivada por razones de justicia, con el fin de dar respuesta a esas peculiaridades del caso concreto que le ley no ha contemplado correctamente. Nuestro Código Civil establece en su art. 3.2 que “la equidad habrá de ponderarse en la aplicación de las normas, si bien las resoluciones de los Tribunales sólo podrán descansar de manera exclusiva en ella cuando la ley expresamente lo permita”. Supongo que a algún lector le inquietará esta irrupción de la equidad. ¿Cuándo estamos ante una desviación de la ley o ante su clara y flagrante vulneración? ¿En qué casos es pertinente que se produzca esa desviación? En este terreno no hay certezas. Hay que atender a cada caso, estudiar la argumentación del juez y valorarla críticamente.

Al margen de los problemas que presenta la propia institución de la equidad, lo que a mi juicio dificulta su puesta en práctica de una manera natural es el progresivo desprestigio de la administración de justicia. Si los ciudadanos tienen la sensación de que la justicia actúa siguiendo criterios políticos o favoreciendo a los poderosos, es lógico que demanden una aplicación estricta e implacable de la ley, pues pueden pensar que la equidad en realidad camufle ventajas para algunos. Ahí quería llegar: hay que ser capaz de conjugar tomarse en serio las leyes, evitar que en modo alguno se piense que nadie está por encima de ellas, con el necesario respeto a la justicia que demanda cada caso concreto y que requiere el indispensable juego de la equidad. Para lograr este objetivo es capital dignificar las instituciones relacionadas con la administración de justicia, algo en lo que España lastimosamente también ha fracasado después de más de treinta años de democracia.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La injusticia se ceba con María José Carrascosa

Aunque no puedo decir que me sorprenda, estoy escandalizado con la condena a 14 años de prisión que se le ha impuesto en Estados Unidos a María José Carrascosa, la valenciana que tras separarse de su esposo norteamericano se trajo a España de manera irregular a su hija. Posteriormente, siguiendo los dictados de la justicia estadounidense, regresó allí, huyó de la justicia, fue detenida y ahora condenada. No pretendo justificar su conducta. Simplemente me parece completamente desproporcionada esa pena, y me parecen fuera de lugar los comentarios del juez al comunicarle la sentencia, y la imagen esposada que se ha difundido en algunos medios, como si fuera una criminal peligrosa. De cumplirse, es prácticamente el tiempo de condena que se cumple en España por un homicidio. Mientras la justicia de ese país ofrezca estas aberrantes muestras de falta de racionalidad, Estados Unidos no podrá formar parte de las naciones más civilizadas del mundo.

El dilema de España

Los seres humanos muchas veces solemos justificar nuestros fracasos culpando de ellos a otros o a las circunstancias. También sucede lo mismo en el caso de las naciones, y en España de una manera singular. Está extendida la opinión de que España se vio envuelta en una serie de calamidades que la rezagaron con relación a las naciones más desarrolladas de Europa: tras la Guerra Civil padecimos una dictadura que nos lastró, y con la llegada de la democracia y la incorporación a las instituciones europeas íbamos a recuperar el terreno perdido. Pero, al margen de que dicha creencia dista bastante de la verdad, llega un momento en que a las personas y también a las naciones se les acaban las excusas. Eso está sucediendo en estos momentos con España. Hace más de treinta años que murió Franco y llevamos más de veinte años en la Unión Europea. No hay excusa que justifique muchos de los problemas que en España siguen sin resolverse. Y no me refiero a la crisis económica, sino a cuestiones más elementales como, por ejemplo, la educación, el pilar sobre el que se asienta el futuro de cualquier sociedad. No sólo no hemos sido capaces de mejorar la educación en estos treinta y cinco años, sino que el desastre es completo. Sin paliativos. Y así podría continuar citando ejemplos.

Hace tiempo que vengo comentando que estamos en una nueva fase política que demanda renunciar a los esquemas característicos de los últimos treinta años. Nuestra democracia se halla en una crisis profunda porque podemos contemplar el pasado reciente con cierta perspectiva y es innegable la constatación de grandes fracasos imposibles de imputar a otros o a las circunstancias. Aquellos que pensaban que la propia dinámica de la democracia acabaría con nuestros problemas se equivocaban y ahora observan desencantados la realidad. Por ello no hay más remedio –lo cual por cierto es muy positivo- de asumir la responsabilidad de decidir colectivamente nuestro futuro, de repensar España planteando nuevas metas, nuevos objetivos. No hay más excusas: o se opta por la solución del avestruz convirtiendo en rutina nuestras miserias, o interpretamos la realidad presente con creatividad, patriotismo y altura de miras.

domingo, 20 de diciembre de 2009

No hay esperanza con Rajoy

Hace unos meses, en el marco de una polémica entre varias comunidades autónomas, Rajoy explicó a los españoles cómo debían resolverse este tipo de problemas. Según el barbicano opositor a presidente del gobierno, en estos casos los presidentes autonómicos deben ocuparse de defender los intereses de sus respectivas comunidades autónomas, y es el presidente del gobierno quien debe velar por los intereses generales. Se me cayó el alma a los pies cuando lo escuché por primera vez; a la segunda, me di cuenta de que no hay esperanza para España en el PP. A lo mejor los estrategas políticos consideran que es una respuesta inteligente, ya que evita posicionarse en contra de alguno de sus barones y descarga en Zapatero toda la responsabilidad; pero denota una visión confederal de España que firmarían gustosamente los nacionalistas. Parece que para Rajoy las disputas entre comunidades autónomas son equiparables a las negociaciones que se llevan a cabo en la Unión Europea, o a una disputa judicial en la que cada parte sólo se ocupa de la defensa de sus intereses y es el juez el único que debe actuar siguiendo criterios de justicia y, por tanto, de imparcialidad.

Comprendo que el presidente de Murcia, por ejemplo, se preocupe por las cuestiones que afectan directamente a su región. Sucede, sin embargo, que una nación se caracteriza por ser un proyecto compartido en aras al logro del bien común. Eso afecta al núcleo mismo del concepto de “interés” en una nación. En efecto, una cosa es defender tus intereses en una negociación entre extraños, y otra muy distinta es no comprender que es conceptualmente imposible en el marco de la vida nacional que exista un interés particular fundado en el sacrificio de tus compatriotas. Con otras palabras, jamás puede ser bueno para Valencia contar con recursos hídricos si ello supone la ruina para Cataluña y/o para Castilla-La Mancha. Los presidentes de todas las comunidades autónomas deben ser españoles ante todo, y eso significa que tienen la obligación de determinar los intereses de sus respectivas comunidades desde una búsqueda compartida del bien común. Ignorar esto y solventar la papeleta apelando a una visión particularista demuestra la miope visión de España del barbicano opositor.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Hacia la prohibición de los toros en Cataluña

Me sorprendería que los nacionalistas catalanes, con la excusa de impedir el maltrato a los animales, desaprovecharan la oportunidad de acabar con uno de los principales símbolos de España. Creo, pues, que la fiesta nacional tiene sus días contados en Cataluña. Y nuevamente les digo lo mismo que con los referéndums: no me preocupa lo más mínimo. Allá se las apañen los catalanes si desean profundizar en su decadencia cultural prohibiendo una manifestación artística extraordinaria, única en el mundo. A lo que hay que añadir los perjuicios económicos que acarrearía su prohibición. ¿Maltrato animal? Si yo pudiera elegir en qué animal reencarnarme probablemente elegiría ser un toro bravo. Esta sensiblería hacia el sufrimiento del toro en la lidia resulta ridícula a la vista de tantos y tantos ejemplos no de maltrato, sino de crueldad con los animales que sí deberían prohibirse.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Vergonzosa campaña de La Sexta y Wyoming contra Hermann Tertsch

Estoy realmente atónito ante la vileza de la campaña de La Sexta contra Hermann Tersch, que he podido conocer a través de You Tube. No sólo es que Wyoming lo criticara cobardemente manipulando sus palabras, y digo cobardemente porque es de cobardes atacar a alguien con la excusa de que se trata de un programa de humor, sino que se mofan abiertamente de la agresión brutal sufrida por Tersch. Jamás había visto algo así en una televisión española. Debería actuarse inmediatamente contra los responsables de esa cadena, al margen de la condena moral de los protagonistas de esos programas y de los asistentes en calidad de público que les ríen las supuestas gracias.

Observen la malintencionada manipulación de Wyoming con ocasión de las palabras de Tersch en: http://www.youtube.com/watch?v=BFh8s8UySkw . ¿Qué fácil es criticar con la excusa del humor, eh Wyoming? Sencillamente vergonzoso.

Y atención a estas viles mofas de la agresión:

http://www.youtube.com/watch?v=tRPeItzhOss

http://www.youtube.com/watch?v=1qfXxBqRbQM

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿El franquismo totalitario?

La Real Academia Española está estudiando si define el comunismo como un movimiento totalitario. Que lo es está fuera de duda, otra cosa es que su inclusión en la definición sea relevante. Pero lo que me ha llamado la atención es que el “franquismo” sí que esté relacionado con el totalitarismo. Concretamente el diccionario lo define así: “Movimiento político y social de tendencia totalitaria, iniciado en España durante la Guerra Civil de 1936-1939, en torno al general Franco, y desarrollado durante los años que ocupó la jefatura del Estado”. No se habla claramente de régimen totalitario, sino de “tendencia totalitaria”. ¿Y qué es el totalitarismo? Según la Real Academia, aquel “régimen político que ejerce fuerte intervención en todos los órdenes de la vida nacional, concentrando la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la actuación de otros partidos”. De la definición yo destacaría como rasgo esencial del totalitarismo la primera parte, no la segunda, aunque es claro que para ese férreo control de la sociedad es necesario dominar los resortes del poder, lo cual es propio de las dictaduras. Si el franquismo tuvo una tendencia totalitaria en sus comienzos, pronto desapareció. Es cierto que reinaba una absoluta falta de libertad política, pero el franquismo permitió un ámbito notable de libertad en el terreno cultural. Quien desee mayor concreción sólo tiene que leer el artículo “la vegetación del páramo”, en el que Julián Marías refuta el tópico de que durante el franquismo España fue un páramo cultural. Absolutamente falso e incompatible con todo intento de presentar el franquismo como un régimen totalitario.

jueves, 26 de noviembre de 2009

El editorial de los medios catalanes

Supongo que a la vista de los últimos acontecimientos -en especial el bochornoso editorial de los medios catalanes- muchos tendrán que admitir que teníamos razón quienes pusimos de relieve la gravedad de todo lo que representaba el proceso de aprobación del Estatuto de Cataluña. Hoy podemos ver con toda claridad el daño que el gobierno de Zapatero ha hecho a las bases institucionales de la convivencia quebrando el indispensable consenso en materia de aprobación de estatutos, y colaborando al acoso y derribo del Tribunal Constitucional (si no le da la razón), el único intérprete institucional autorizado de la Constitución. El PP no reacciona para evitar hacerse antipático a los votantes catalanes y a CiU, y los ciudadanos españoles observamos atónitos como nuestra Constitución es pisoteada por cuatro políticos incapaces de darse cuenta de que su "obra" no ha recibido ni el apoyo del 50% del electorado catalán. La cosa pinta mal, y la única solución es reafirmar las bases de nuestra convivencia apoyando a los partidos que inequívocamente apuestan por frenar al nacionalismo. Ese partido es UPyD, un partido que nace respondiendo a una necesidad del presente, el único partido genuinamente post-transicional.

Un artículo que publiqué en 2006

En 2006 colaboré habitualmente en el pediódico "Las Provincias". Por aquel entonces ya estaba en pleno apogeo el debate sobre el Estatuto de Cataluña, cuestión de capital importancia pese a que muchos trataran de camuflarlo. Reproduzco en el blog un artículo de entonces en el que apuntaba la difícil situación que se iba a encontrar el Tribunal Constitucional.


"La interpretación despótica de la democracia


Hace tiempo que en Europa enterramos a Rousseau y con él la democracia directa. Desde el principio se pensó que la democracia directa no sólo presentaba dificultades evidentes para su puesta en práctica, sino que era incompatible con la estabilidad que demandaba la burguesía emergente del siglo XIX. Hoy, pese a que las nuevas tecnologías en buena medida podrían realizar la utopía rousseauniana, subsisten poderosas razones contra la democracia directa.

Ahora bien, ¿qué sucede cuando los representantes del pueblo olvidan su condición y se atreven a afirmar que sus iniciativas se identifican con las del pueblo? Semejante osadía han cometido gran parte de los políticos catalanes al aprobar ese proyecto de estatuto claramente inconstitucional y, sobre todo, profundamente ingrato y desleal con el resto de los españoles. No me refiero a los representantes de ERC y CiU, pues los programas rupturistas de estos partidos, especialmente en el caso del primero, dejan claro que votar a estos partidos implica apoyar iniciativas que vulneran la Constitución española. Pero ¿qué sucede con los votantes del PSC y, por supuesto, con los cientos de miles que no acuden a las urnas? ¿Realmente ese documento lo aprueba el noventa por ciento de los catalanes como desvergonzadamente proclaman estos políticos indignos del puesto que ocupan? Maragall ha realizado una interpretación despótica de la democracia, pero lo grave es que, si Rodríguez Zapatero logra que el PSOE apruebe el texto en el Congreso de los Diputados –no olvidemos que una reforma estatutaria se aprueba por mayoría absoluta, es decir, que no hacen falta los votos del PP-, la fechoría alcanzaría unas proporciones gigantescas y el calificativo más apropiado sería el de alta traición política. Si es más que discutible que Maragall puede afirmar que su electorado respalda ese texto, qué decir del votante socialista del resto de España.

Pero, se me podría objetar, ¿acaso la democracia no ampara la posibilidad de tomar las decisiones que uno cree oportunas cuando ocupa legítimamente el poder, dado que el pueblo se pronunciará en las próximas elecciones? Como se desprende de mis primeras palabras, la crítica a la interpretación despótica de la democracia no implica recuperar la democracia directa. Es necesario entender que existe una diferencia cualitativa entre tomar decisiones impopulares, aunque plenamente democráticas, por ejemplo, la decisión de Aznar de apoyar políticamente la guerra de Iraq, y adoptar decisiones que pueden llegar a desintegrar la nación y socavar los cimientos del Estado. La propuesta de un proyecto tan difícilmente compatible con la Constitución exigía, en el caso del PSC, haberse presentado a su electorado dejando bien claro que se estaba dispuesto a apoyar un estatuto como el que se acaba de mandar al Congreso, y exige, en el caso del PSOE, no aprobar dicha propuesta sin un consenso cualificado que incluya al PP o sin un pronunciamiento explícito del conjunto de los españoles.

El engendro estatutario pretende blindar determinadas competencias autonómicas frente al Estado. Desgraciadamente, no hay sistema político capaz de blindarnos frente a las tentaciones despóticas de quienes ejercen el poder. La experiencia demuestra que el déspota siempre busca el flanco débil del sistema para tratar de imponer su voluntad. En este caso, el flanco débil consiste en que nuestra Constitución no requiere una mayoría cualificada para proceder a la reforma de un estatuto de autonomía. En caso de aprobarse el estatuto por parte del PSOE y sus socios nacionalistas, el futuro de España estaría en manos del Tribunal Constitucional.
Quisiera llamar la atención sobre la curiosa escena que sin duda se produciría si el Tribunal Constitucional declarara inconstitucional los pilares esenciales del proyecto de estatuto. La sentencia del Tribunal Constitucional sería inmediatamente tachada de antidemocrática, dado que doce magistrados estarían impidiendo la entrada en vigor de una norma que, según se diría, tiene el respaldo ampliamente mayoritario del parlamento de Cataluña y de la mayoría necesaria del parlamento español. Así, los representantes políticos interpretan despóticamente la democracia hasta esgrimirla como fuerza capaz de imponerse al Derecho que, si seguimos la tesis que estamos escuchando estos días, no debería servir de “excusa”. Desde luego, si en el PSOE no impera el sentido común nos vemos abocados a esta situación.

Como decía, no hay Constitución que nos blinde frente a las tentaciones despóticas, la falta de sentido común y de patriotismo que hoy en día impera en el gobierno de España. Sin embargo, las dos medidas que, por fin, aunque muy tarde, ha propuesto Rajoy –reformar la Constitución para blindar las competencias del Estado y reformar la ley electoral- son imprescindibles para que España pueda librarse de la tiranía nacionalista.

El art. 150.2, que permite la cesión a las comunidades autónomas de materias de competencia estatal, ha impedido poner coto a las exigencias del nacionalismo catalán y vasco. Por lo tanto, vista la deslealtad mostrada por los nacionalistas, los partidos de ámbito nacional deberían reaccionar mandado al nacionalismo un claro mensaje: la deslealtad tiene un precio y ya toca pagarlo. No es posible que los nacionalistas reciban la impresión de que poner en jaque al Estado sale gratis. Por otra parte, es inconcebible una ley electoral que permite que partidos nacionalistas accedan al parlamento nacional. A mi juicio, sólo partidos con implantación en toda España están en condiciones reales de gobernar para el bien común. No es este el lugar para detallar cómo podría producirse dicha reforma y las dudas de constitucionalidad que podría suscitar, pero su necesidad queda fuera de toda duda.

En definitiva, estamos en un momento crucial de nuestra historia. Yo también pienso, como Rodríguez Zapatero, que el proyecto de estatuto catalán es principalmente una oportunidad. En efecto, es una oportunidad para que España despierte y se libre definitivamente de sus complejos y del despotismo nacionalista".

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Las críticas de Celia Villalobos a UPyD

Últimamente suelo escuchar el programa de radio de Julia Otero mientras conduzco. Con bastante frecuencia participa en las tertulias Celia Villalobos, antigua ministra de sanidad con el PP y actualmente diputada en el congreso por el mismo partido. El tema de tertulia del lunes fue si en España hacen falta partidos bisagra de carácter nacional como UPyD. Como es habitual en ella, Celia Villalobos pretendió ofrecer una imagen populista e independiente en su forma de expresarse. Lo primero lo consigue siempre: escuchándola uno tiene la completa certeza de que cualquier española puede llegar a ministra de sanidad. Pero tragarse que Villalobos aporta opiniones independientes es harina de otro costal. Sus alusiones a Rosa Díez y a UPyD revelaron la ortodoxia del mensaje pepero cuando se trata de UPyD, y reflejan con toda claridad el temor que este partido está provocando en las filas populares (y también cada vez más en el PSOE). Villalobos criticó a UPyD porque, según ella, es un partido sin entidad propia, es decir, UPyD es el partido de Rosa Díez, y hasta tal punto llegaría este personalismo que condiciona la elección del rosa como color del logotipo del partido. La crítica se diluye apenas se contrasta con la realidad.

El pasado fin de semana UPyD celebró su primer congreso nacional en el que se presentaron dos candidaturas a la dirección nacional, y, además, votaron todos sus afiliados, todo un ejemplo de democracia interna. Rosa Díez salió elegida por un respaldo de aproximadamente el 82%. ¿Lo comparamos con el PP señora Villalobos? No es posible hacerlo sin abochornarse. Todo el mundo sabe que Rajoy utilizó los resortes del poder para evitar confrontar su candidatura con ninguna otra. ¿Acaso deberíamos llamar al PP el partido de Rajoy? Pues mayores motivos tenemos para hacerlo de los que hay para llamar a UPyD el partido de Rosa Díez.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Un pensamiento fugaz

Leyendo que otros países europeos han empezado a crecer económicamente, he pensado que igual volvemos a ser tan pobres que cumplimos otra vez los criterios para recibir fondos de cohesión. Eso sí que sería una buena bofetada, una demostración de décadas echadas a la basura. Aunque igual alguno de nuestros politiquillos lo celebra...

sábado, 17 de octubre de 2009

"Tío vivo c. 1950", una obra maestra

Vi esta película por primera vez el año de su estreno, en el festival de cine de Elche. El propio director, José Luis Garci, la presentó en el Gran Teatro, que fue donde se proyectó. Dirigió a los presentes unas breves palabras haciendo gala de una excelente capacidad de comunicación. “Tiovivo c. 1950” me gustó desde el principio, pero era una película tan densa, con tantas historias entrelazadas y tantos detalles, que sabía que necesitaba al menos un segundo visionado, como sucede con tantas obras de arte, para apreciarla correctamente. Hace algunos meses aproveché que la programaron en la televisión para grabarla. Desde entonces la habré visto unas cinco veces, y cada vez disfruto más con esos retales de vida española del Madrid de los cincuenta que nos ha regalado Garci. Las películas son un instrumento magnífico para trasladarnos a otro tiempo, y cuando haces ese viaje de la mano de un narrador veraz, capaz de mostrar con precisión la profundidad de lo sencillo, y con exquisito sentido estético, entonces puedes estar seguro de que ese viaje se alojará en tu memoria. Así me sucede. Recuerdo muchos detalles, y estoy seguro de que iré descubriendo más conforme la vuelva a ver, porque realmente se puede decir que esta película no tiene desperdicio. La armonía no se pierde ni cuando introduce sus escenas más surrealistas, como la del toreo de salón y la de los ruidos de las averías de un coche. En resumen, a mi juicio una obra maestra.

viernes, 16 de octubre de 2009

La rajoyesca

A estas alturas no debería sorprendernos ver a Rajoy actuando a la gallega y con retranca, pero sinceramente les tengo que decir que lo de su rueda de prensa de ayer, una monumental rajoyesca (ejercicio de gallegueo político con retranca) no me lo esperaba. Nada menos que cita a los medios para destacar la responsabilidad del gobierno en el caso Gürtel, y para decir que Costa es un hombre honrado al que se le exige un plus de responsabilidad que incomprensiblemente no alcanza a Camps. Está claro que nos toma a los españoles por gilipollas pretendiendo hacernos creer que Costa quiso dejar el cargo y ser investigado –será por eso que convocó una rueda de prensa para decir entre otras cosas que no creía conveniente para su partido dimitir-, y que Camps y él actuaron con maravillosa coordinación en la noche de autos. Es que verdaderamente no hay por donde cogerlo. Además, muy ufano él, se jacta de haber actuado correctamente, midiendo prudentemente los tiempos según su propia interpretación y no, como él dice, según la de otros. Porque en la vida, nos recuerda el estadista, lo que importa son los resultados, es decir, ganar las elecciones.

La pérdida de contacto con el votante del PP, que asiste atónito al espectáculo de observar como su partido está en manos de un político errático, es total. Naturalmente que el caso Gürtel ha sido instigado, fomentado y presentado a la opinión pública por los enemigos del PP con el objetivo de hacerle el máximo daño posible; pero eso nada tiene que ver con la pésima gestión que se ha hecho en el mismo PP del asunto. No sólo no han sabido eludir los problemas que iban surgiendo, sino que los han agudizado con su negligencia. La rajoyesca de ayer es la penúltima que nos brindan. Por favor, que alguien sea capaz de dejar de aplaudir y de mostrar esa imagen pública de todos nos apoyamos, estamos muy unidos y nos queremos mucho, y abochornado ante el espectáculo grotesco exija un poco de sensatez en el partido que hoy debería ser la gran esperanza de los españoles ante un gobierno calamitoso.

jueves, 15 de octubre de 2009

Rajoy se acuerda tarde de que es el presidente del PP

El vodevil vivido en el PP se ha saldado con un golpe de autoridad de Rajoy, como no podía ser de otra forma. Pero su modo de ejercer el liderazgo ha sido equivocado. El presidente de un partido nacional no puede permitir que las cosas lleguen al extremo que se vivió ayer por la noche. No puede responsabilizarse únicamente a Camps alegando que engañó a la dirección nacional. Rajoy también es responsable de lo que se ha vivido. Y todo esto le ha pasado por exceso de prudencia, por medrosidad. Seguramente Rajoy no ha querido poner en riesgo el liderazgo de Camps, que le supone un granero de votos y un apoyo decisivo en el seno del partido, y por ello no ha actuado hasta el último momento esperando que Camps zanjara la crisis. Se equivocó al no actuar de inmediato y ahora ha quedado desgastado él y desgastado el propio Camps. Rajoy debe recordar que el PP no es Izquierda Unida, y que él es el presidente nacional del partido y no una especie de coordinador general.

martes, 13 de octubre de 2009

Guerra en el PP

A la hora del telediario nocturno todavía no se sabía a ciencia cierta si Costa seguía de secretario general a la espera de que la dirección nacional abriera esa investigación sobre el caso Gürtel a la que había condicionado su renuncia temporal. Esta ambigüedad era un claro síntoma de que no había acuerdo entre Valencia y Madrid, pero el planteamiento final deja la cosa bien clara. Los populares valencianos han optado por hacer piña y, conscientes de la debilidad de Rajoy, lanzarle un órdago. La guerra está declarada y Rajoy difícilmente puede seguir escabullendo el bulto. La gravedad de la situación la confirma el hecho de que González Pons instaba a Costa a aceptar su papel de damnificado político, mientras que toda la ejecutiva del PP regional ha arropado calurosamente a su secretario, empezando por Camps. Veremos cómo acaba todo esto, pero yo tiendo a pensar que ninguno de los máximos implicados tiene un futuro político halagueño.

Rajoy no despega ni con un gobierno hundiendo a la nación y pactando presupuestos a base de plegarse a las exigencias del PNV. Por si fuera poco, hoy ha visto como en su grupo parlamentario los diputados vascos rompían la disciplina de voto negándose a votar en contra del blindaje al cupo vasco, un asunto de tremenda gravedad y que afecta decisivamente a la política nacional. Pero lo peor, sin duda, es que su incapacidad para poner orden en su partido le inhabilita moralmente para aspirar a gobernar España.

Camps, por su parte, ha gestionado pésimamente toda la crisis del caso Gürtel, y sobre todo ha deteriorado su imagen pública. En lugar de echar balones fuera o hacer declaraciones en un tono impropio, creo que se hubiera salvado si desde el principio hubiera reaccionado como Costa, cogiendo el toro por los cuernos. Vamos a ver cómo se desarrolla la batalla con Rajoy, pero no creo que le sea fácil repetir como candidato sin tener el apoyo de la dirección nacional, aunque lo mismo habría que decir de Rajoy sin el apoyo de Camps. El problema es que ahora Rajoy ya no puede solucionar esta crisis pidiendo la cabeza de Costa, sino que tiene que ir a por Camps como respuesta al órdago. La magia entre ellos se ha hecho añicos.

Finalmente, Costa ha tomado una sabia decisión personal afrontando de frente el problema y echándole bemoles al asunto. Quizá piense que la gente se puede olvidar de esas conversaciones que lógicamente le avergüenzan, pero eso no es tan sencillo, y su carrera política siempre aparecerá manchada por esos comportamientos impropios de los que él mismo se arrepiente.

sábado, 10 de octubre de 2009

Emigrando a Marruecos para trabajar

Muchos trabajadores de la construcción en la zona alicantina de Orihuela están emigrando para poder ganarse la vida, según informa la prensa local de esta ciudad. Pero no se van a Alemania, como sucedía en los años 60, sino que el destino preferente ahora es Marruecos, porque en aquel país la actividad de la construcción es mucho más pujante que en España. No sé qué jornal recibirán, aunque es de suponer que no sea excesivamente elevado. En cualquier caso, estamos comprobando que aparte de que no hay trabajo en casi nada, resulta muy difícil a estos trabajadores reciclarse para adaptarse a otros sectores productivos. No es cosa de pocos años cambiar el modelo productivo.

jueves, 8 de octubre de 2009

La absurda cerrazón de los sindicatos

Yo admiro profundamente a aquellos hombres honestos que deciden arriesgar su dinero para poner en marcha un negocio, y que afrontan todas las dificultades que se les presentan para sacar adelante su empresa. Estos emprendedores son los verdaderos creadores de riqueza en un país y merecen el máximo reconocimiento de la sociedad y el apoyo de los poderes públicos.

Siempre me ha parecido curioso que los sindicatos y la patronal se presenten como defensores de intereses contrapuestos. En realidad, más allá de las lógicas diferencias de criterio, ambos deberían ser capaces de darse cuenta de que se necesitan mutuamente y de que nada ganan tratando de imponer sus propios puntos de vista a costa de machacar al otro. Sin embargo los sindicatos no escarmientan y siguen avalando esta política zapateril que está destrozando el tejido empresarial español. ¿Cómo se puede ser tan cerril como para no darse cuenta de que los empresarios no reclaman una reforma laboral porque les apetece despedir gente? Eso es absurdo. Desde luego que hay que impedir los abusos en las relaciones laborales y respetar los derechos de los trabajadores, pero dejando a salvo estas cuestiones básicas no se puede seguir desoyendo a aquellos en los que descansa la salida de la crisis.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El caso Gürtel

Los detalles que se están revelando de la trama Gürtel son desoladores para el PP y dramáticos para España. Nunca hasta este momento los dos grandes partidos habían generado tanta desconfianza en los ciudadanos. Lo del PP es verdaderamente de pena. Sus dirigentes contemplan aparentemente impertérritos el torrente de datos –se acaba de levantar el secreto del sumario- sin tomar ninguna decisión de calado. El PSOE ni siquiera necesita hacer sangre con todo lo que está saliendo a la luz, y se limita a contemplar la escéna relamiéndose de su suerte. La situación que estamos viviendo además presenta la novedad de que tanto El País como El Mundo coinciden en valorar el asunto de manera similar, muy crítica hacia el PP, algo que quizá responda a una estrategia coincidente de ambos medios por acabar definitivamente con Rajoy. Se pretende que Rajoy coja el toro por los cuernos y empiece a depurar responsabilidades en su partido, pero a mí me parece que el defecto que el periodísta José María García observaba en Rajoy (García le dijo a Rajoy eso de "Mariano, tú tienes una virtud, y es que no manchas; pero también tienes un defecto, y es que no limpias") se lo puede llevar por delante.

martes, 6 de octubre de 2009

El futuro de la banca

El otro día un amigo nos invitó a ver el nuevo piso que compró hace unos tres años y que la promotora le acaba de entregar. Nuestro amigo compró en el momento en que los precios de las viviendas alcanzaban sus cotas máximas, y probablemente ahora se ha depreciado. Él cree que dentro de cinco años los precios se recuperarán de nuevo e incluso su pisazo se revalorizará. No soy un experto en la materia, pero yo diría que mi amigo se equivoca. Veo muy difícil que los bancos regresen a esa política expansiva, al margen de la situación de liquidez de los mercados financieros internacionales.

En efecto, entre las muchas cosas que van a cambiar con esta crisis se halla el negocio bancario. Los bancos despreciaron las bases tradicionales de su negocio para apostar decididamente por una política de imprudente y desmesurada expansión del crédito al sector de la construcción. Tendrán que volver a cuidar al pequeño ahorrador, y será el momento de estudiar cada operación antes de financiarla con los avales necesarios. Los bancos no pueden seguir pensando que va a haber una continua apreciación de los activos inmobiliarios fruto de la especulación, sino que deben volver a prestar atención a la economía productiva y financiar las iniciativas inteligentes y solventes. Si apostaran por obtener unas ganancias moderadas favoreciendo la economía productiva, además de asegurarse un crecimiento sólido mejorarían su imagen social, porque los ciudadanos no son ajenos a la responsabilidad de la banca en esta crisis, y al hecho de que los bancos han sido los primeros en ser favorecidos con las ayudas públicas. Hace pocas semanas decía Jordi Sevilla en Elche que si tan importante es la banca como para que no podamos permitirnos su quiebra y haya que rescatarla con dinero público, quizá convendría plantearse la conveniencia de su nacionalización (él no abogaba explícitamente por esta medida). Interesante observación.

lunes, 5 de octubre de 2009

Avance notable de UPyD según las últimas encuestas

De las encuestas publicadas el domingo por El País y La Vanguardia me parece que lo más destacable es el ascenso de UPyD, que cuadriplicaría sus resultados, es decir, rozaría el millón de votos y podría lograr cuatro escaños. No sorprende que el PP se sitúe por delante del PSOE en intención de voto; quizá lo llamativo sea que la diferencia es todavía muy escasa, unos cuatro puntos, algo que pone de relieve la desconfianza que generan los dos grandes partidos, y que explica el repunte de UPyD. Estoy contento de ver que el mensaje de este partido cala entre el electorado.

domingo, 4 de octubre de 2009

La medicina regenerativa

Una de las mayores satisfacciones que proporciona la vida universitaria es poder escuchar de vez en cuando a personajes ilustres de diferentes ámbitos científicos. El pasado viernes tuvo lugar la apertura del curso académico en mi Universidad, y en el marco de este acto se invistió Doctor Honoris Causa al profesor inglés Robert W. Shaw, una eminencia mundial en el terreno de la Ginecología y la Obstetricia. En su lección magistral, que nos fue facilitada por escrito a los asistentes, el profesor Shaw se refirió al futuro de la medicina que ya se vislumbra con toda claridad:

El primer transplante de órgano donado fue realizado en 1970, evitando la muerte y alargando la vida de pacientes con muchas enfermedades. Hoy los científicos están desarrollando técnicas de crecimiento de líneas celulares específicas, como las células secretoras de insulina pancreática para curar la diabetes, células óseas para injertos óseos, o tejidos neuronales para reemplazar médula espinal lesionada. La medicina regenerativa está ya establecida y la meta es conseguir la producción de órganos completos (hígados, riñones) a partir de las propias células madre individuales que harían innecesaria la donación de órganos con los problemas de rechazo y la necesidad de drogas inmunosupresoras. Sin embargo, el reemplazo continuo de órganos en edades avanzadas también tendría sus problemas. ¿Estaríamos tratando de conseguir la inmortalidad, y en quién deberíamos o no deberíamos hacer esos tratamientos? Esto evidentemente plantea nuevas cuestiones éticas”.

La medicina regenerativa permitiría reemplazar los órganos del cuerpo por otros completamente nuevos provenientes de nuestras propias células madre. Sin duda alguna el horizonte que esto plantea es verdaderamente asombroso y nos aproxima a la palabra mágica mencionada por el profesor Shaw: inmortalidad. ¿Acaso no podríamos alcanzar una fórmula para regenerarnos indefinidamente? Aunque no sea posible, lo cierto es que estos avances nos pueden permitir alargar la vida humana considerablemente.

El profesor Shaw es consciente de que las posibilidades que ofrece la medicina regenerativa planteará controversias morales, siendo la primera de ellas la de la moralidad de aceptar beneficiarse de esta regeneración indefinida. Pero no nos enfrentaremos únicamente a debates morales. Los seres humanos hemos estado acostumbrados a que convivan en sociedad unas tres generaciones vivas. ¿Cómo se articulará una sociedad en la que pueden convivir al mismo tiempo casi cinco generaciones? Por otra parte, si nos aproximamos a una inmortalidad técnica, la vivencia de la muerte accidental puede ser especialmente traumática, y el paternalismo -al que me refería hace pocos días- puede desbocarse. Siempre es traumático perder a un ser querido en un accidente. Pero cuando al muerto se le ofrece una vida larga y prometedora, incluso una inmortalidad técnica, la muerte accidental es una tragedia de dimensiones exorbitantes. En estas y otras cuestiones pensaba yo mientras escuchaba al profesor Shaw. Y es que verdaderamente el tema invita a la reflexión.

sábado, 3 de octubre de 2009

Lamentable titular de Libertad Digital

Al momento de salir elegida Río de Janeiro como la ciudad organizadora de los juegos olímpicos de 2016, Libertad Digital ha publicado el siguiente titular: “Gallardón se queda sin juegos”. Me parece barriobajero aprovechar ese momento para arremeter contra Gallardón, como si sólo él estuviera detrás de la candidatura de Madrid. Es de esos titulares que desprestigian a un medio, que le hace perder el respeto de sus lectores, como es mi caso. Muy mal, Libertad Digital.

jueves, 1 de octubre de 2009

Camps mina el débil liderazgo de Rajoy

La debilidad del liderazgo de Rajoy ha vuelto a constatarse en estos días de tensión con Camps. La dirección nacional pide la cabeza de Costa, pero Camps no cede. Al margen de que con esta reacción Camps está minando el endeble liderazgo de Rajoy (no controla a Esperanza Aguirre, los navarros se le fueron y ahora parece que rompe con Camps), se pone de manifiesto la importancia que tiene el control de los resortes de poder autonómico. Por mucho que Rajoy sea presidente del PP, Camps es presidente de la Generalitat Valenciana, y eso le da fuerza para decirle que “chitón, aquí decido yo”. El poder autonómico puede condicionar la dirección del principal partido de la oposición –especialmente con un liderazgo tan frágil como el de Rajoy-, y pone nuevamente de relieve la extraordinaria fuerza de las taifas autonómicas.

Precisamente hoy ha declarado Sánchez Dragó que o se acaba con el Estado Autonómico o este país no tiene arreglo. En esta línea, es interesantísimo el artículo de Mikel Buesa publicado en La ilustración liberal sobre el trato de favor que reciben vascos y navarros con su sistema de concierto. Por si fuera poco, conocemos que la propuesta de presupuestos presentada por la ministra Salgado aumenta la inversión en el País Vasco, sin duda buscando el apoyo del PNV. Todo es un chalaneo con el objetivo fundamental de seguir en el machito, y así, en efecto, el país se puede hundir.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Llega el hambre

Hoy me comentaba una concejal de un Ayuntamiento de la Vega Baja del Segura que hay personas que llegan al Ayuntamiento diciendo que no tienen con qué alimentar a sus hijos. Se ve que ya han acudido sin éxito a instituciones de caridad, pero no dan abasto. Sí, tal como me temía, se aproxima el momento en el que vamos a ver el rostro más duro de la crisis: hambre, gente pidiendo limosna y delincuencia.

martes, 29 de septiembre de 2009

¿Ante una nueva etapa democrática?

Es difícil que una democracia funcione sin partidos políticos, pero también es cierto que los partidos políticos pueden llegar a desnaturalizar la democracia hasta transformarla en eso que algunos llaman partitocracia, y que en muchos aspectos me recuerda, salvando las distancias, a una democracia orgánica. A veces como ciudadano resulta frustrante que el ejercicio de tus derechos de participación política se vea sometido al tamiz de los partidos políticos. En España, hasta el momento, los ciudadanos han optado por votar a los grandes partidos, principalmente por la llamada al voto útil, y no ha habido un excesivo abstencionismo, al menos en las elecciones generales. Últimamente, sin embargo, detecto un progresivo desencanto con los grandes partidos: los socialistas están en caída libre y el PP no ilusiona. Esta situación está haciendo que la llamada al voto útil pueda comenzar a ser desatendida por los ciudadanos. El sistema electoral seguirá primando a los partidos grandes, pero lo verdaderamente significativo es que cada vez hay más gente pensando que a lo mejor lo más útil es no votarles como única vía para que se produzcan cambios. Por ejemplo, yo estoy convencido de que es más importante que UPyD tenga la llave de la gobernabilidad que que el PP derrote al PSOE. Estamos en un momento histórico en el que vamos a empezar a ver cambios importantes. Creo que comienza una nueva etapa en la democracia española.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Recordemos las palabras de ZP

Conviene que cada cierto tiempo recordemos este video. Vean, vean, se van a quedar estupefactos. Por cierto, no olviden que la crisis financiera internacional comienza en el verano de 2007 con las hipotecas sub-prime.

¿Nos merecemos sufrir a Zapatero y a su gobierno? Sí, sí, y sí

Se acaba de hacer pública la anunciada subida del IVA. ¿Qué les puedo decir? Pues eso, que es absolutamente indignante, y que va a ser el tiro de gracia para el consumo. Tenían que haber visto hoy sábado los bares y restaurantes de Santa Pola (gran playa) a las 14.00 de la tarde: prácticamente todas las mesas vacías. Ya ven dónde ha quedado eso de que se iban a subir los impuestos a las rentas más altas. Como dijo Carlos Rodríguez Braun en una conferencia que pronunció en Elche la semana pasada, pagan impuestos los que no pueden evitarlo. Desgraciadamente es así: la clases bajas y medias van a ser los grandes paganinis. ¿Nos merecemos este gobierno? Sí, sí, y mil veces sí. Es un gobierno digno de España, un país plagado de borregos.

En defensa de la libertad de expresión del Papa

El Papa, una vez más, ha destacado la importancia de entender la sexualidad como una dimensión moral de la persona que exige entrega y fidelidad a quien se ama. Por consiguiente, si la sexualidad se vive desde la castidad (que no significa abstinencia sexual como algunos creen) será más fácil acabar con el sida, y a nadie debería extrañar que el Papa considere que el preservativo no es una buena solución, sino todo lo más un apaño que permite seguir ignorando la raíz del problema. Sin embargo, los grupos de izquierda radical han pedido la reprobación del Papa en el Congreso de los Diputados. ¿Acaso no les basta con criticarlo y plantarle batalla con la fuerza de los argumentos? Está visto que la izquierda todavía conserva su tic anticlerical.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Las zapateras


Esta vez sí que puede decirse que una imagen vale más que mil palabras. No me extraña que Zetapé pidiera que no publicasen la foto de sus hijas, sobre todo después de comprobar el look que se gastan. ¿Cómo es posible que nadie les dijera que no se puede ir con esas pintas por el mundo? Vamos, me viene una hija con esa facha y le digo que o se cambia o del hotel no sale.

jueves, 24 de septiembre de 2009

El artículo sobre el exceso de paternalismo

Aquí les dejo el artículo al que me referí el otro día y que publiqué hace unos tres años.

El paternalismo excesivo

"Hace unos días un tren arrolló a un coche en un paso a nivel sin barreras y mató a las cuatro personas que viajaban en él. Inmediatamente algunos políticos de Izquierda Unida reclamaron que los presupuestos de la Generalitat Valenciana incluyeran una partida para eliminar los pasos a nivel de la línea de cercanías Alicante-Murcia, que fue en la que se produjo el trágico suceso.

Nada cabe objetar a que se soterre cualquier paso a nivel que resulte especialmente peligroso, pero más allá de estos casos, lo lógico sería reclamar que los pasos estén bien señalizados y protegidos por barreras, siempre que sea posible. Curiosamente Izquierda Unida ha exigido directamente el soterramiento sin que existan indicios de que hubiera una mala señalización del paso o una negligencia del maquinista. Esto me hace pensar que se trata de una petición desproporcionadamente paternalista. No me preocuparía si se tratara de un caso aislado, pero en nuestra sociedad muchas situaciones denotan un paternalismo excesivo.

En mi opinión, el criterio que debe regir la organización de la vida colectiva ha de tener como referencia al ciudadano medio que se conduce en sus acciones cotidianas con un mínimo de sentido común. Lógicamente, en la medida de lo posible, también hay que atender a las necesidades específicas de algunos colectivos como discapacitados, niños y ancianos. Ahora bien, es necesario tener claro que no es posible preverlo todo. Es más, la prevención excesiva que desemboca en un paternalismo exacerbado puede llegar a hacer insufrible la vida en sociedad. No parece razonable prever que pueda haber un conductor despistado que intente atravesar un paso a nivel sin ni siquiera mirar si viene el tren. Recientemente, el tranvía ha atropellado en Valencia a personas que han cruzado por la zona reservada sin reparar en su proximidad. ¿Suprimimos el tranvía? A esa consecuencia se llegaría si se aplica el paternalismo que late en la petición de Izquierda Unida.

En el verano de 2004 reflexioné mucho sobre este tema durante los tres meses que estuve viviendo en la ciudad alemana de Kiel. El fiordo de Kiel, verdadera alma de la ciudad, alberga un puerto del que parten los grandes ferrys que se dirigen a los países escandinavos. En una de sus orillas se extiende un largo y bello paseo marítimo que hace las delicias de quienes pasan por allí. Nada separa al paseo del mar Báltico. No hay barandilla, ni unas piedras que actúen a modo de pretil. Nada absolutamente, salvo unos salvavidas instalados cada cierto número de metros con las correspondientes instrucciones sobre cómo actuar en caso de que alguien caiga al agua. Pensaba yo lo difícil que sería preservar la magnífica vista del fiordo si se encontrara en España. Pronto saldría alguien diciendo que se puede caer al agua por un descuido, una borrachera o cualquier otra razón.

El paternalismo excesivo está llegando en España a extremos que ofenden al sentido común, y no siempre se trata de casos en los que están presentes los poderes públicos. Permítanme que les relate una experiencia personal. Vivo en una urbanización pequeña con piscina. En ella se habían plantado tres palmeras que todavía no medían ni un metro. Yo tenía la ilusión de verlas crecer con el paso de los años, pero mi gozo en un pozo. La comunidad de vecinos, pásmense, pensó que algún niño podría caerse jugando y hacerse daño con las palmeras. No hubo clemencia y las tres palmeritas fueron ejecutadas sin piedad. Aparte de mí, nadie alzó la voz para oponerse a ese atentado contra el sentido común y el buen gusto.

El problema del paternalismo excesivo es que representa una ocasión pintiparada para la crítica política, eso sí, con tintes demagógicos, y para dárselas de filántropo o buen vecino. ¿Quién osará poner en duda, por ejemplo, que no sea conveniente soterrar las vías de un tren?, ¿quién pronunciará una palabra contra ese vecino que parece tan preocupado por la integridad de los niños? Cuando el paternalismo excesivo empieza a calar en la sociedad uno no acierta a ver cómo ponerle coto. Se puede empezar a justificar que las urbanizaciones se fortifiquen en prevención del asalto de los ladrones más sofisticados o que se instalen barandillas que circunden los parques públicos para evitar que los niños salgan corriendo. Es necesario hacer un esfuerzo para comprender que el paternalismo excesivo es un defecto tan grande como la despreocupación ante amenazas evidentes para la integridad física y moral de las personas. La sociedad española no termina de encontrar el equilibrio. Por una parte emerge el paternalismo mientras al mismo tiempo uno observa con perplejidad la gran permisividad que existe ante problemas fundamentales. Creo firmemente que la verdadera convergencia con los países más desarrollados del mundo no radica tanto en los indicadores macroeconómicos, sino en lograr este equilibrio que equivale a organizar la vida colectiva con un mayor sentido común".

lunes, 21 de septiembre de 2009

La valla del colegio El Pilar (otro exceso de paternalismo)

Recuerdo que hace algunos años publiqué un artículo en el que me quejaba del exceso de paternalismo que detectaba en España. El discurso paternalista amenaza con transformar la fisonomía de nuestras ciudades por un desmedido afán de evitar riesgos. A veces un ejemplo vale más que mil palabras, así que les voy a ilustrar el tema con un caso concreto. Verán, yo estudié en el colegio El Pilar, en Valencia. La puerta de la fotografía es la puerta de mi colegio que da a la avenida de Cataluña. Pues bien, cuando éramos niños disfrutábamos utilizando esas enormes y anchas barandillas bajas de piedra para deslizarnos como si fueran toboganes. Sucedió así durante muchísimos años, pero supongo que alguien esgrimiría el discurso paternalista: “es que se pueden caer y hacer daño. Habría que protegerlo con una valla y evitar que se tiren por ahí”. Claro, cómo decir que no a semejante bienhechor. Adelante, pues. Y ahí tienen la dichosa valla, más fea que un pecado, que ha destrozado la entrada más bonita del colegio. El otro día estuve en Valencia y decidí tomar una foto para comentarla en el blog. Juzguen ustedes.

El Plan E

El 28 de noviembre de 2008 escribí una entrada criticando la filosofía del Plan E. A día de hoy los ciudadanos ya sabemos en qué tipo de cosas se ha gastado nuestro dinero: campos de fútbol de césped artificial, arreglo de aceras, nuevas rotondas, reparación de goteras, etc. En definitiva, obras más o menos útiles, pero fundamentalmente gasto improductivo, habida cuenta de que no se sientan las bases para una actividad económica que responda a una demanda del mercado.

El Ayuntamiento de Elche (gobernado por los socialistas) ha editado un folleto titulado “Elx eres tú” que contiene una relación de las obras realizadas en Elche con el Plan E. Por si no fuera suficiente escarnio presumir de gastar dinero en pintar colegios o en plantar palmeritas con el nombre de ilicitanos recién nacidos, todavía tienen la poca vergüenza de enumerar los “empleos” que cada obra ha supuesto. Por ejemplo, se puede leer que la colocación de césped artificial en 7 campos de fútbol ha supuesto un coste de 4 millones de euros que ha servido para crear 142 nuevos empleos.

Es verdaderamente alucinante el concepto de lo que significa un “empleo” que tienen Zetapé y sus amiguetes. Así que gastarse 4 kilos en poner césped artificial crea empleo. ¡Vaya tela marinera! Nada menos que se está confundiendo la utilización de mano de obra de forma coyuntural –ya me dirán ustedes qué van a hacer los trabajadores en cuestión una vez colocado el césped- con la creación de puestos de trabajos. Los poderes públicos pueden gastar, pero el verdadero empleo, es decir, la generación de puestos de trabajo para el desarrollo de una actividad económica, es consecuencia de la iniciativa privada, que es la que detecta las oportunidades de negocio que, si dejamos al margen la especulación, suelen caracterizarse por una cierta estabilidad. Es cierto que el Estado puede generar empleo cuando realiza grandes obras de infraestructura (autovías, centrales nucleares, ferrocarriles, etc.), pero eso no es precisamente lo que se está haciendo con el Plan E. Sin embargo, como toman a los ciudadanos por tontos, no dudan en presentar algunas de sus obritas como inversión en infraestructuras. En algunos casos el timo resulta incluso patético: en el folleto que les comentaba, el Ayuntamiento de Elche tiene la desfachatez de calificar la plantación de palmeras para los niños de Elche como “creación de infraestructuras”. Sin comentarios.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Independentismo e independencia

En “España invertebrada” Ortega afirma que "España es una cosa hecha por Castilla", al tiempo que se pregunta cómo sería España si en lugar de haber sido hecha desde Castilla hubiera nacido del impulso de catalanes o vizcaínos. Pues no sé cuál habría sido el resultado, pero quizá conviene empezar a pensar que la mejor forma de consolidar España es que algunos le vean las orejas al lobo.

Probablemente muchos independentistas creen que sus reivindicaciones jamás se realizarán. Como bien dice García Domínguez, columnista de Libertad Digital, esta gente prefiere el independentismo a la independencia, es decir, prefiere ese estado de permanente agitación, de la que el esperpento de Arenys de Mut es una manifestación más, que la realización efectiva de sus proyectos políticos. Yo he llegado a un punto en que empiezo a hartarme de esta cantinela, y a desear una reforma de la Constitución que permita la secesión de las regiones que lo deseen. Quizá esa sería la mejor forma de concienciar a todos los españoles de que todos, no sólo Castilla, somos responsables del destino de España, y de que si no arrimamos el hombro en este proyecto común, en realidad España es un espejismo.

Estoy convencido de que la independencia sería desastrosa para Cataluña, y no estoy seguro de que tuviera efectos positivos en el resto de España. Todo dependería de cómo se articulara esa nueva realidad. La cuestión decisiva en este momento es valorar si no es peor el independentismo, que fomenta la insolidaridad y el espíritu de facción en toda la nación, que la propia independencia. Hay que pensarlo, sobre todo si empezamos a ver que lo Arenys de Mut empieza a imitarse.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Shakira

Musicalmente puedo disfrutar con todo tipo de estilos siempre que tengan un mínimo de calidad, algo que me resulta imposible hallar en la colombiana Shakira. Sus movimientos, supuestamente sexys, son brutalmente bastos, reiterativos y poco originales –mal imita a Madonna-. El último videoclip me la vuelve a mostrar carente de gracia y con la sutil insinuación de una meretriz. Gustosamente me olvidaría de todo ello si fuera una buena cantante, pero es que realmente parece que su peculiar estilo está inspirado en el famoso alarido de Tarzán de los monos. En fin, juzguen ustedes:

http://www.youtube.com/watch?v=4aEW_Z5Va5s

viernes, 11 de septiembre de 2009

Zetapé con patatas

Anda la gente entre indignada y acojonada ante la subida de impuestos que se avecina. Hemos tirado el dinero con campos de fútbol de césped artificial, reparación de goteras en colegios, rotonditas y demás gasto improductivo del Plan E, y ahora viene zetapé a pedirnos el dinero que su gobierno ha derrochado. Rosa Díez lo clavó: la política económica de este hombre es pura basura. Ni más ni menos. Que reflexionen seriamente aquellos que han propiciado la llegada al poder de un incompetente visionario y sectario. Todo comenzó con el “No a la guerra”, siguió con el 11-M y desembocó en otras elecciones ganadas con ese eslogan de “Por el pleno empleo”. Ya ven, nos acercamos al 20% de parados y vamos a enviar más tropas a la guerra de Afganistán. ¿Dónde demonios están los del “No a la guerra”? ¡Qué vergüenza de país!

jueves, 10 de septiembre de 2009

Manos Limpias

Garzón es noticia porque ha tenido que declarar en calidad de imputado por prevaricación. He tenido ocasión de seguir la noticia en dos noticiarios, el de TVE 1 y el de Canal 9. Ambos dan cuenta de que el proceso comenzó con una denuncia del sindicato Manos Limpias, al que ambos medios califican de sindicato ultraderechista. Así, como suena, sin cortarse un pelo. Semejante calificativo ha despertado mi curiosidad. ¿Acaso estamos un sindicato contrario a la democracia? ¿Plantean la expulsión de los inmigrantes? Total, que acabo de visitar su página web (http://www.manoslimpias.es/) para saber algo más de ellos.

En la portada aparece la bandera constitucional de España, y también se pueden leer palabras como igualdad, libertad, justicia y pluralismo político, precisamente los valores superiores que consagra la Constitución española en su art. 1.1. Si hacemos clic en el apartado “quienes somos”, se puede leer que Manos Limpias “tiene como fines la defensa de los legítimos intereses de sus afiliados dentro del Sector Público (Administración del Estado, Comunidades Autónomas, Corporaciones Locales y los Organimos de ellas dependientes), del Estado de Derecho y de la transparencia y dignidad de los poderes públicos institucionales. Para ello, interpondremos todo tipo de denuncias, ante las corrupciones políticas o económicas que lesionen el interés publico o general”. Más adelante sigue diciendo “lucharemos siempre por la defensa del orden constitucional de nuestro país, frente a los movimientos separatistas que pretenden disgregarlo. Por ello, entendemos que los símbolos españoles deben siempre ocupar un lugar fundamental en los lugares físicos donde se ubique la presencia de representaciones de cualquier Administración Pública”. Entre los “comentarios de actualidad” se observa que Manos Limpias propugna que se siga investigando el 11-M, que no se cierre en falso, y que se luche en el terreno judicial contra ETA y los excesos del nacionalismo vasco. Finalmente, hay una relación de las denuncias que han presentado, entre las que cabe destacar, además de la de Garzón, un buen número de casos relacionados con corrupción en ayuntamientos.

Me temo que la conclusión no puede ser más desalentadora: yo también debo ser un ultraderechista, pues creo en la España constitucional y en la defensa de sus símbolos y su honra; tampoco me trago lo del 11-M después de los últimos datos que aportó El Mundo, y no creo que se deba tolerar ni la corrupción, ni los excesos del nacionalismo.

martes, 8 de septiembre de 2009

Las declaraciones de Caamaño y el recurso previo de inconstitucionalidad

En el estreno de “La mañana de Federico” en esRadio hubo críticas bastante duras hacia el Ministro de Justicia, Francisco Caamaño, por unas declaraciones en las que, entre otras cosas, decía, refiriéndose al Estatut, que "una ley aprobada por los representantes legítimos de los ciudadanos de España (...) debe siempre entenderse que es constitucional por respeto a esa voluntad de las Cortes Generales mientras que el tribunal, de manera expresa e inequívoca a través de una sentencia, no diga lo contrario”. No tengo una elevada opinión de este hombre, habida cuenta de que antes de ser ministro fue uno de los principales pasteleros del Estatut; sin embargo, sus declaraciones son correctas, pese a que deben matizarse.

Lo que ha querido decir Caamaño es bien sencillo: a la hora de legislar, el parlamento debe interpretar la Constitución, y cabe presumir la constitucionalidad de toda ley mientras el Tribunal Constitucional no declare lo contrario. El razonamiento es correcto e impecable en el marco de la teoría jurídica; no obstante, su consistencia depende de una premisa implícita: la buena fe del legislador. Y esto es precisamente lo que no sucede en el caso del Estatut. Aquí se está ante una obra de ingeniería que tiene como fin satisfacer las aspiraciones nacionalistas mediante lecturas que, convenientemente forzadas, pueden resultar formalmente compatibles con la Constitución, aunque de hecho la desborden. Semejante postura, fruto del pacto nocturno suscrito entre Zapatero y Mas, no constituye una aproximación de buena fe a la Constitución, sino un intento de superarla de tapadillo, razón por la cual muchos sostenemos que el Estatuto supone la quiebra del régimen constitucional del 78. Esa falta de buena fe impide la habitual presunción de constitucionalidad que acompaña a toda ley aprobada por el parlamento nacional, y por ello merecerían ser matizadas, más que criticadas, las palabras de Caamaño.

En el mismo programa se ha comentado que toda esta polémica se habría podido evitar si existiera un recurso previo de inconstitucionalidad, es decir, si el Tribunal Constitucional pudiera ser consultado antes de que se elaborara una ley. De este modo se evitaría que una ley aprobada y plenamente vigente pudiera ser posteriormente declarada inconstitucional, con los consiguientes problemas que ello podría suponer para la seguridad jurídica. Esta solución parece muy lógica, pero hay que pensar en el gran problema que genera: el Tribunal Constitucional puede llegar a desempeñar un papel importante, ya no como legislador negativo (se limita a declarar la inconstitucionalidad de las leyes), sino como legislador positivo (las elabora). En efecto, si existiera el recurso previo de inconstitucionalidad, el Tribunal podría verse obligado a decir cuál sería la redacción adecuada de un precepto para ser aceptable constitucionalmente, y ello, como fácilmente comprenderán, excede de las funciones que le son propias.

Como he comentado hace poco, soy oyente y me gusta el programa de Federico Jiménez Losantos, pero hay que darse cuenta de que el oyente no debe limitarse a hacer suyas las opiniones de los demás, sino que tiene que hacer el esfuerzo de pensar por sí mismo y someterlas a crítica rigurosa. Espero haber ayudado a ello con este post.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Ojalá triunfe esRadio

Durante los últimos años me he levantado cada mañana escuchando a Federico Jiménez Losantos, y espero poder hacer lo mismo a partir del próximo lunes. Muchas veces me ha parecido que cometía excesos verbales, incluso que insultaba; en otras ocasiones, cuando ha abordado temas que un servidor conoce mejor, simplemente me daba cuenta de que estaba metiendo la pata. Cuando estos defectos llegaban a cabrearme dejaba de escucharle, pero pocos días volvía por varias razones.

En primer lugar, el lenguaje que utiliza este periodista es muy superior al del resto. Utilizar palabras bien escogidas y saber armar correctamente una frase es algo que valoro muchísimo. Así, por ejemplo, media un abismo entre la calidad del castellano que emplean Jiménez Losantos o César Vidal y el de Ignacio Villa, quien dirige actualmente el programa de Federico en la cadena COPE. Por cierto, lo he tratado de escuchar esta semana y me ha resultado infumable.

En segundo lugar, sin duda Federico deberá favores, como nos sucede a todos, pero tengo la sensación de que sabe donde están las líneas rojas. Ello le otorga ante sus oyentes un halo de independencia que a mí me resulta imprescindible. Me resisto a escuchar a alguien que sé que independientemente de lo que suceda va a defender y/o atacar siempre a los mismos. Este hombre me ha demostrado que sólo se casa con su propio punto de vista, algo que también intento hacer en este blog.

Finalmente, los contertulios de Federico tienen un nivel bastante aseado, lo cual no es poco para los tiempos que corren, y también parecen bastante independientes.

Me parecería muy bien que los responsables de la COPE hubieran decidido que Federico no era un hombre con el talente adecuado para los fines de su cadena radiofónica, y que por tanto no quisieran seguir contando con él. Lo que no puedo aceptar es que los políticos presionen y logren acallar una voz crítica. Eso es absolutamente inaceptable, y, por consiguiente, esRadio va a tener todo mi apoyo en esta complicadísima e ilusionante etapa que comienza. No sólo la libertad está en juego, sino que también estamos ante la posibilidad de demostrar que internet y las nuevas tecnologías, que permiten la existencia de un blog como este, están al servicio de la libertad y pueden desbancar a los medios tradicionales controlados por los poderosos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Otra razón para creer en Dios

En el libro “Memorias de África” aparece un sueco que a la pregunta de Karen de si cree en Dios contesta: “La verdad es que soy un gran escéptico: excepto en Dios, no creo en nada”. A algunos les parecerá una respuesta sorprendente, chocante. Aquella realidad que parece exigirnos mayores dosis de fe resulta que es precisamente la que a este hombre le parece que está fuera de toda duda.

Me encantó el pasaje y tomé buena nota porque, aunque no soy un escéptico como ese sueco, no encuentro especiales dificultades para admitir la existencia de Dios. Hay muchos argumentos convincentes: en particular, recomiendo una serena reflexión sobre los cinco argumentos (muchos de ellos estrechamente ligados entre sí) que utiliza Santo Tomás de Aquino para demostrar la existencia de Dios. Pero hoy, mientras revisaba la prensa del día, he hallado una noticia sobre el inventor del teléfono móvil que me ha hecho reflexionar nuevamente sobre este tema.

Quizá muchos de ustedes ya estén acostumbrados a la existencia de estos ingenios que nos cambiaron la vida a mediados de los noventa; sin embargo, yo no dejo de sorprenderme cuando tecleo ese pequeño artilugio y hablo con alguien que se halla a muchos kilómetros de distancia. El teléfono convencional era una maravilla, pero tenía cables, la línea telefónica. En cambio, el móvil traslada nuestra voz de una manera material, pero invisible. ¿Nos damos cuenta de que vivimos en un mundo en el que actúan fuerzas invisibles, pero de cuya existencia no dudamos en modo alguno? Alguno me dirá que existen métodos empíricos para constatar la presencia de esas fuerzas. Bien, ¿y si no los hubiera? ¿Acaso ello cambiaría el hecho de que hay una energía invisible que nos permite hablar con gente distante? La verdad es que este hecho es absolutamente demoledor para los que no creen en Dios. ¿Acaso no se dan cuenta de que más allá de lo que puede captar nuestra visión hay fuerzas ocultas que actúan sobre la realidad? Las nuevas tecnologías radioeléctricas me parece que han acabado con el argumento más poderoso del escéptico: si no lo veo, no lo creo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Imaginando España

Al borrar las entradas sobre García Morente y su idea de la hispanidad, mi amigo Melquiades (si les interesa la Esquizofrenia, su blog es muy recomendable: http://www.deluding.blogspot.com/) me comentó que sabía de mi interés por el tema y que creía recordar que en algún post había hecho referencia a la idea de España y a la de nación como proyecto colectivo. Bien, en realidad no he publicado nada sobre el particular en este blog, sino que él recuerda un par de artículos que publiqué en un periódico (con mi nombre real, no con el pseudónimo James de Soca) en el que ocasionalmente colaboré durante un tiempo. Ofrezco a los lectores uno de esos artículos, y se lo dedico a Melquiades y a los lectores hispanoamericanos del blog.

Imaginando España (2006)

"El pasado fin de semana, en el marco de su Convención, el PP presentó un proyecto político como alternativa al actual Gobierno. Estaba interesado en conocer los detalles de ese proyecto, así que presté atención a los discursos, especialmente al de Rajoy, que he leído íntegramente. El líder de la oposición sostuvo que el Gobierno ha equivocado las prioridades: en lugar de continuar la línea de modernización emprendida en la etapa de Aznar, se ha optado por “crear problemas donde no los había, revisar el pasado y debilitar las funciones del Estado”. En opinión de Rajoy, el Gobierno debería “considerar prioritario el aumento de los niveles de bienestar y riqueza; el control del gasto público; las reformas tributarias, económicas y laborales; aplicar una ley de calidad de la Educación o mejorar en investigación, innovación y desarrollo”.

Dando por buenas las reformas propuestas en esta Convención, no puedo evitar cierto resabio cuando escucho que el objetivo prioritario consiste en hacer un país más rico y próspero. Inmediatamente imagino a estas personas que confunden los medios con los fines y acumulan bienes sin saber muy bien qué hacer con ellos. Naturalmente que hay que tratar de solucionar los problemas reales y elevar los niveles de bienestar de los ciudadanos, pero yo creo que España, más que tecnocracia de calidad, necesita un proyecto nacional ambicioso.

A lo largo de la historia, nuestra nación ha emprendido diversos proyectos, algunos de los cuales han requerido el esfuerzo sostenido de varias generaciones. El más reciente se acometió a partir de la muerte de Franco: España se trazó como meta incorporarse al grupo de las naciones más desarrolladas de Europa, y a ello han contribuido, al menos, dos generaciones de españoles. Afortunadamente, este proyecto está cerca de culminarse. Por esta razón, es importante que España, al tiempo que hace frente a la crisis desencadenada por el desafío nacionalista, se marque nuevos objetivos como nación. A este respecto, no basta con apelar a lo obvio, o perderse en abstracciones incapaces de suscitar una adhesión entusiasta y decidida de los españoles. Es necesario ilusionar con realismo –lo que implica ser fiel a la historia de España-, imaginación y cierta dosis de audacia, especialmente cuando el camino a seguir no se vislumbra con la arrebatadora evidencia que sucedía con el proyecto europeísta en los años de la Transición.

En su discurso, Rajoy habló del afán por recuperar para España un lugar importante en el mundo. Ciertamente, la política exterior del actual Gobierno no ha repercutido favorablemente en la imagen internacional de España, pero las palabras de Rajoy adolecen de falta de concreción. ¿Qué lugar queremos ocupar? Desde luego, parece lógico tratar de consolidarnos entre las economías más desarrolladas, recomponer las relaciones con los Estados Unidos y gozar de una posición respetable a nivel internacional. Pero, en mi opinión, España tiene una misión mucho más específica que no puede seguir ignorando por más tiempo. Decía que un proyecto nacional requiere realismo, imaginación y cierta osadía. Pues bien, ¿acaso es descabellado sostener que España debe orientar sus energías para, en colaboración con el resto de las naciones hispanoamericanas, contribuir a hacer del mundo hispano un pilar de occidente y, por ende, un factor de estabilidad mundial?

A la vista de la situación de algunos de estos países, puede parecer que este objetivo no es realista; pero no dejemos que la magnitud de la tarea nos confunda. Una actitud realista es aquella que asume primariamente la propia realidad, y resulta incomprensible que España siga viviendo en buena medida de espaldas a lo que sin duda constituye su mayor éxito como nación. Es capital que España dirija su mirada a Hispanoamérica, a esas naciones hermanas que durante siglos formaron parte –nunca como colonias- de la monarquía hispánica que se extendía plus ultra, hasta la otra orilla del Atlántico.

Cada vez me parece más necesario que el mundo hispano, liderado por España y por naciones como México y Chile, que han avanzado considerablemente en los últimos tiempos, se convierta junto a Estados Unidos y Europa en el tercer gran pilar de occidente. En esa tarea imagino a España en los próximos sesenta años. Y todo debe comenzar por la educación. Europa está inmersa en un ilusionante y complejo proceso que va a suponer la creación de un espacio único de educación superior. Sería muy positivo que España asumiera el reto de liderar un proyecto similar en Hispanoamérica. Sólo dedicando la mitad de la energía que se está empleando en el proyecto educativo europeo, los resultados serían sorprendentes.Las miserias de los nacionalismos separatistas han sumido a muchos españoles en la zozobra. Sin embargo, cuando se evita plantear proyectos nacionales se está cediendo la iniciativa a quienes sólo desean una España encanijada. No podemos renunciar a ser una gran nación -parece mentira que tenga que venir el francés Sarkozy a recordárnoslo-, y como tal hay que contar con objetivos ambiciosos que ilusionen a los españoles y les animen a adherirse con entusiasmo a un gran proyecto colectivo. Si en el pasado Europa era el camino y la solución, hoy, recuperada nuestra posición en Europa, el futuro exige mirar a Hispanoamérica".

Por qué es inconstitucional el Estatut en materia lingüística

Escribe hoy en El País Jordi Font: “Veamos. Cuando los constituyentes catalanes asumieron que la lengua catalana sería oficial en Cataluña, como el castellano lo sería en toda España, entendieron que ello comportaba para la lengua catalana, como ocurría con la oficialidad de la lengua castellana, "el deber de conocerla y el derecho de usarla", con lo cual se establecía la equiparación jurídica de ambas en Cataluña”.

La claridad siempre es algo que se agradece en el debate intelectual y ciertamente este párrafo expresa con claridad la posición de los nacionalistas catalanes en torno a un pilar central del Estatuto de Cataluña. Pues bien, analicémosla. ¿Qué derechos otorga al ciudadano y, por tanto, qué exigencias se derivan de la oficialidad de una lengua en una determinada Comunidad Autónoma? Parece lógico que si una lengua es oficial, junto al castellano, en una determinada Comunidad Autónoma, los ciudadanos puedan dirigirse a las administraciones públicas en dicha lengua, lo cual parece imposible sin que quienes trabajen en esas administraciones sean competentes en esa lengua oficial. ¿Se les puede exigir que acrediten el conocimiento de dicha lengua? El artículo 3 de la Constitución, en su segundo inciso, en referencia al castellano, lengua oficial española del Estado, establece que “todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla”. Me parece que no es incompatible con este artículo la exigencia de conocer las lenguas oficiales de las Comunidades Autónomas. Sin embargo, sí me parece inconciliable con la Constitución que se exija a cualquier trabajador de una administración pública que se dirija en catalán a un ciudadano.

Examinemos seguidamente los puntos 2º y 5º del artículo 33 del Estatuto de Cataluña:
Punto 2º: “Todas las personas, en las relaciones con la Administración de Justicia, el Ministerio Fiscal, el notariado y los registros públicos, tienen derecho a utilizar la lengua oficial que elijan en todas las actuaciones judiciales, notariales y registrales, y a recibir toda la documentación oficial emitida en Cataluña en la lengua solicitada, sin que puedan sufrir indefensión ni dilaciones indebidas debido a la lengua utilizada, ni se les pueda exigir ningún tipo de traducción”.

Punto 5º: “Los ciudadanos de Cataluña tienen el derecho a relacionarse por escrito en catalán con los órganos constitucionales y con los órganos jurisdiccionales de ámbito estatal, de acuerdo con el procedimiento establecido por la legislación correspondiente. Estas instituciones deben atender y deben tramitar los escritos presentados en catalán que tendrán, en todo caso, plena eficacia jurídica”.

El punto 5º no deja claro si las instituciones deben tramitar en idioma catalán los escritos que se le presenten, o si quiere significar que tiene la obligación de tramitar los escritos que se le presenten en ese idioma. Esta interpretación sería compatible con la Constitución, no así la primera. En cuanto al punto 2º, en mi opinión es inconstitucional en la medida que exige a algunos funcionarios la utilización del catalán, ignorando así su derecho a expresarse en castellano.

Comprendo que semejante conclusión les parezca chocante, pero a esto conducen estas políticas de extensión de derechos individuales que tanto le gustan a Zapatero: usted tiene derecho a expresarse en catalán y yo tengo derecho a contestarle en castellano. Ninguno le puede imponer al otro su elección. Por ello, los derechos lingüísticos en el ámbito de la enseñanza a los que se refiere el Estatuto en el art. 35 sólo pueden tener efectividad práctica si hay profesores que estén dispuestos a expresarse en catalán. De lo contrario, el derecho sería imposible de satisfacer, lo cual es algo muy distinto a considerar que ha sido violado. Afortunadamente, en este punto el Estatuto no es inconstitucional, porque no establece el deber de los profesores de expresarse en catalán hacia los alumnos que así lo demanden.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Rubalcaba: "España no puede negar la decisión de un parlamento"

Semejante afirmación supone sencillamente aceptar la soberanía, eso sí, parlamentaria, de Cataluña. Absolutamente increíble e inaceptable que un ministro del gobierno de España asuma las tesis del nacionalismo catalán soberanista e ignore la Constitución. ¿Y si el parlamento catalán, con el visto bueno del nacional, aprueba una declaración de independencia también le exigimos al Tribunal Constitucional que se quede cruzado de brazos? Verdaderamente produce bochorno leer semejantes cosas. Supongo que las amenazas del PSC están surtiendo efecto, hasta el punto de que los socialistas olvidan que España es un Estado democrático de Derecho en el que la soberanía descansa en el pueblo español. ¿Ha oído bien, señor Rubalcaba? En el pueblo español, ni siquiera en quienes, como usted, nos representan.

martes, 1 de septiembre de 2009

Las declaraciones de Valdano

Es interesante la leve polémica que han generado las declaraciones de Valdano sobre lo que Real Madrid y FC Barcelona representan. El argentino vino a destacar que el Barcelona mira desde Cataluña hacia adentro y el Madrid desde España hacia fuera. Laporta declara orgulloso que en su despacho sólo están la bandera del Barça y de Cataluña, pero a su vez afirma la vocación universal de su club. Pequeños matices aparte, lo que está claro es que el Madrid se siente cómodo aspirando a ser un club con el que todo español se pueda identificar, por tener en España antes que en la Comunidad de Madrid su punto de referencia, mientras que el Barcelona se identifica únicamente con su región, lo cual no impide que tenga aficionados por el resto de España y por todo el mundo. Ahora bien, está claro que para un español normal y corriente es más natural ser de un club que exhibe con orgullo la bandera nacional cuando compite en el extranjero que animar a otro club que la esconde. No estoy descubriendo nada nuevo. La reflexión que yo le propondría a Laporta y a los barcelonistas que están tan orgullosos del exacerbado catalanismo del que hace gala el FC Barcelona consiste en pensar de dónde deriva la grandeza de su entidad. ¿Qué sería el FC Barcelona y por ende de Cataluña al margen del resto de España? La grandeza del Barcelona se debe a que compite en una liga poderosa con equipos de toda España. Si se limitara a jugar con equipos de Cataluña se empobrecería absolutamente dado que los grandes jugadores no encontrarían aliciente en fichar por un club que juega con equipos muy débiles. No pretendo con ello reclamar que el FC Barcelona imite al Real Madrid. Me parece lógico y muy respetable que el Barcelona sea un club que se identifique con su región preferentemente. Ahora bien, lo que no es tan aceptable, y ciertamente resulta incomprensible, es la absoluta negación de España y de lo español que viene practicando Laporta desde que es presidente. Es absurdo renegar de lo que hace grande a tu propia institución y la ubica en el panorama futbolístico internacional. Mal que le pese a Laporta, el Barcelona es un club que pertenece a la liga española y ello es lo que le permite ser grande. Y lo mismo podría decirse de la propia Cataluña: su españolidad la hace más grande y próspera, mientras que todos los caminos que la separan del resto de España desembocan en su encanijamiento.

P.D. Laporta podría replicar que el FC Barcelona seguiría siendo grande si se creara una liga europea. A este tipo de argumentos siempre se le puede aplicar la famosa sentencia de Claudio Ranieri (antiguo entrenador del Valencia): "y si mi abuela tuviera dos cojones ya no sería mi abuela".

lunes, 31 de agosto de 2009

La obsesión con el deporte

De vuelta en España, tras poner todo en orden, estaba paseando tranquilamente con mi mujer por un paseo marítimo (habrá que cambiarle el nombre), cuando nos hemos topado con la cada vez más tradicional marea de gente que practica footing. Los vienes venir empapados de sudor, en algunos casos con rictus de sufrimiento extremo, y su esfuerzo parece incompatible con nuestro relajado paseito. ¡Y son un ejército! De hecho hay más gente corriendo que paseando. Está claro que es muy sano que la gente se mantenga en forma haciendo ejercicio y no consumiendo drogas, pero a mí me parece que algunos andan (valga la expresión) algo obsesionados. Al fin y al cabo un tranquilo y largo paseo es un ejercicio muy saludable que muchos médicos recomiendan, e incluso puede ser más sensato que pegarse las panzadas de footing de algunos. Sé por experiencia que cuando se está en forma correr es una actividad agradable y relajante, pero tengo la impresión de que la práctica deportiva está restando tiempo a la vida familiar, bien sea en forma de paseíto o de estar en casa con tu pareja y tus hijos. Veo a vecinos que después de su jornada laboral, en lugar de estar con su familia, se van al gimnasio y llegan a las tantas. Es difícil hallar un término medio en todos los aspectos de la vida, pero hay que intentarlo y sin duda algunos con el deporte pecan por exceso.

sábado, 29 de agosto de 2009

"Memorias de África"

Hasta en dos ocasiones comencé este libro y en ambas me resultó imposible seguir con él. Las descripciones detalladas de las primeras páginas se me hacían muy pesadas y opté por no continuar. Este verano volví a empezar “Memorias de África” con la firme voluntad de continuar hasta el final. No tuve que hacer esfuerzo alguno, porque en esta ocasión hasta disfruté con las descripciones paisajísticas del comienzo. Este libro de memorias (de Karen Blixen, quien escribe bajo el pseudónimo de Isak Dinesen) tiene dos grandes atractivos: por una parte la personalidad de la protagonista. A través de estas memorias se conoce a una mujer excepcional: tremendamente culta, valiente, discreta, perspicaz, fina, equilibrada y romántica. Me gustaría sin duda alguna haberla conocido. En segundo lugar, Blixen ofrece unas fantásticas pinceladas de la África que ella conoció y que le arrebató el corazón, al igual que sucedió con otros europeos que aparecen en sus memorias. Así podemos conocer no sólo un paisaje sin igual, sino unos tipos humanos completamente alejados del prototipo occidental por su forma de vivir. Por ejemplo, me ha llamado mucho la atención la concepción de la justicia de los kikuyus. Blixen cuenta el caso del niño que accidentalmente disparó a otros dos causando la muerte de uno e hiriendo gravemente a otro. La concepción retributiva de la justicia que caracteriza el modelo jurídico penal occidental no está presente aquí. A los kikuyus poco les importa la intencionalidad, el hecho de que se tratara de un accidente no cuenta, sino sólo compensar el daño causado, es decir, las consecuencias del suceso. También me ha parecido muy interesante la sorpresa de los kikuyus ante la palabra escrita o su reacción ante la poesía, por citar algo más. Dada mi ignorancia sobre el África negra, realmente agradezco haber leído este libro. Hasta ahora sólo conocía algo de África por un par de libros de Leopold Senghor. En definitiva, una lectura recomendable.

viernes, 28 de agosto de 2009

Izquierda Unida aboga por reformar la Constitución para salvar el Estatut

Con una candidez pareja a su habitual falta de olfato político, un dirigente de Izquierda Unida ha abogado públicamente por reformar la Constitución para evitar que el Estatuto de Cataluña colisione con ella. Quiero pensar que el caballerete sabe cómo se reforma la Constitución, aunque con los de Izquierda Unida nunca se sabe, porque su utopía se extiende a todos los terrenos. No obstante, le doy la razón: es jurídicamente más correcto, más decente, más leal reformar la Constitución, cambiar el modelo de Estado por el conjunto de los españoles, únicos titulares de la soberanía, que lograrlo de tapadillo, ensuciando la credibilidad de las instituciones que se prestan a semejante operación de maquillaje, a través de la reforma de un Estatuto de Autonomía. Al politiquillo en cuestión se le olvida, quizá por el hábito de hacer política sectaria jugando al “todos los partidos, salvo el PP”, que la reforma constituciónal requeriría la aquiescencia de los populares a los que se dejó fuera del acuerdo de reforma del Estatuto de Cataluña. Los constituyentes cometieron el gravísimo error de permitir que una reforma estatutaria pudiera ser aprobada por mayoría simple parlamentaria, y los socialistas lo aprovecharon para romper el consenso constitucional y permitir la aprobación del Estatuto al margen del primer partido de la oposición. Jamás se debía haber seguido adelante sin contar con el PP, y por eso ahora la tesitura es clara: o se rompe el invento o el Tribunal Constitucional pierde su prestigio. Desde los mundos de yuppie, los de Izquierda Unida huyen hacia delante y piden una reforma de la Constitución para que todos los españoles hagan posible ese Estatuto que nos obliga a todos a aprender catalán si queremos trabajar en Cataluña en determinado tipo de puestos, o que consagra la bilateralidad en materia de financiación. Sí, que nos pregunten a los españoles si queremos cambiar nuestro modelo de Estado para que eso sea posible. Adelante.

jueves, 27 de agosto de 2009

La tomatina de Buñol

Cada vez que veo por televisión las imágenes de la dichosa tomatina de Buñol no salgo de mi asombro. ¿Cómo se puede ser tan tonto como para participar en semejante chuminada? Si por lo menos hubiera una batallita organizada, con bandos, parapetos y premios… Pero no, ahí están todos apretujados y sucios, sin la menor gracia. Y luego están los bobos internacionales que se apuntan a todas estas tonterías simplemente, supongo, para contarlo en sus países. Al menos Luis Miguel Dominguín tenía razones para contar su aventura con la Gardner, pero no sé bien qué contarán estos, a no ser que lo adornen con historias paralelas. Cada cual es muy libre para participar en estas chorradas, pero ver semejante concentración de cafres cada año es algo que te hace pensar. ¿Y qué atractivo hallan las cadenas de televisión para que cada año le otorguen protagonismo? ¿Tradición? Hombre, por favor, seamos un poco más exigentes a la hora de poner esa etiqueta, porque la tomatina sólo lleva celebrándose 63 años. Parece que a las televisiones les gusta eso de tener imágenes curiosas de este tipo, de ahí que hayan empezado a surgir pueblos que buscan protagonismo mediático imitando la tomatina con otro tipo de verdura, hortaliza o lo que sea. ¿Y no sería posible acabar con esto? No me refiero a prohibirlo, sino a que la gente se diera cuenta de que está haciendo el idiota, dejara de acudir, y poco a poco la fiesta se extinguiera. Eso sería precioso, un verdadero motivo de celebración. Hagamos un tributo a la razón y logremos acabar con la tomatina y con todas estas fiestas demenciales.

martes, 25 de agosto de 2009

"Matchpoint"

Definitivamente he sido cautivado por Woody Allen. Esta noche he visto “Matchpoint” y realmente me ha encantado y la recomiendo. Me ha gustado mucho el actor protagonista, y Scarlett Johanson, que parece que se ha convertido en la actriz predilecta de Allen, está sensacional. Una vez más Allen escoge un ambiente urbano, Londres, y la clase social alta para ambientar su historia. Al igual que en “Cassandra’s dream”, el asesinato se presenta como única alternativa ante una situación desesperada. El espectador puede sospechar en qué desembocará toda la trama cuando observa que el protagonista, un joven profesor de tenis que se instala en Londres, lee a Dostoyeski. En “Crimen y castigo” Raskolnikov decide asesinar a una vieja usurera para robarle y solucionar económicamente su vida. En la película de Allen el asesinato se instala en la mente del profesor de tenis por un camino muy distinto (hay muchas más analogías entre la novela de Dostoyeski y “Cassandra’s dream” que las que se presentan en esta película), aunque es una historia de lo más corriente. Quizá eso es lo que me gusta de estas últimas películas de Woody Allen. Algunos directores parecen engolosinarse con tramas alambicadas, mientras que Allen vuelve sobre problemas habituales que narra con maestría. En este caso se trata de una infidelidad que amenaza al profesor de tenis con echar por tierra la vida de alto standing que ha alcanzado tras pegar el braguetazo (se casa una chica de familia adinerada y su suegro le coloca, además de regalarles un pisazo en Londres). El asesinato de su amante embarazada es la salida que encuentra para salir del apuro, pero así como en “Cassandra’s dream” el crimen trae funestas consecuencias, en este caso un golpe de fortuna hace que la policía siga una pista equivocada. Callejón sin salida, planificación criminal, ejecución, remordimientos y, finalmente, la suerte que hace que haya asesinos disfrutando de la vida. Sin duda es un tema apasionante. Muy buena película esta “Matchpoint”.

lunes, 24 de agosto de 2009

Intolerables presiones al Tribunal Constitucional

Las presiones que está recibiendo el Tribunal Constitucional por parte de los partidos catalanes, salvo el PPC, para dar su bendición al Estatuto de Cataluña son intolerables, y la deslealtad con la Constitución es manifiesta. Unos amenazan con manifestaciones y otros veladamente mencionan la posibilidad de convocar un referédum, se entiende que de autodeterminación. Bien, veremos lo que sucede porque parece que la sentencia está próxima y es clave para la articulación de la España autonómica. Si se acepta la constitucionalidad del Estatuto, podrá afirmarse que la Constitución del 78 ha experimentado una mutación no querida, o al menos no respaldada, por el pueblo español, único titular de la soberanía, y también que el Tribunal Constitucional queda herido de muerte por pérdida completa de su credibilidad. Si alguien piensa que con esta afirmación estoy actuando igual que los partidos catalanes, solo que en sentido contrario, respondo que mi opinión se basa en un análisis del contenido del Estatuto, mientras que a los líderes de estos partidos esta cuestión les trae sin cuidado. Para ellos el Tribunal Constitucional carece de legitimidad para derogar lo decidido por los ciudadanos de Cataluña en referéndum. Por ello hablo de deslealtad constitucional.